Cali, mayo 18 de 2024. Actualizado: viernes, mayo 17, 2024 23:42
Preocupa y al mismo tiempo decepciona que en la campaña para las elecciones del 29 de octubre haya candidatos que basen su estrategia en ataques a sus contendores.
Es evidente que hay candidatos a la Alcaldía de Cali y a la Gobernación del Valle cuya forma de hacer política no se basa en tratar de posicionar su imagen, sino en lesionar la de otros.
Este es un tipo de debate político en el que escasean las ideas y abundan los señalamientos, los candidatos intercambian entre sí todo tipo de acusaciones, la mayoría de las cuales no soportan, entrando en el terreno de la irresponsabilidad, a partir de injurias y calumnias que solo sirven para confundir al electorado y aumentar el hastío ciudadano frente a la política.
La competencia por los cargos públicos no puede normalizar las acusaciones sin fundamento, no se trata de que los candidatos callen ante irregularidades que conozcan, por el contrario, lo responsable es que las pongan en conocimiento de las autoridades.
Pero una cosa es denunciar hechos de corrupción de manera formal y aportando pruebas, como se supone que debe hacerlo alguien que aspira a ocupar un cargo público, y otra, muy diferente, es ir por todos lados difamando a los rivales.
Ir a los debates no a proponer sino a atacar habla muy mal de quienes desperdician espacios programáticos en peleas que le restan nivel a la campaña, ¿acaso estos candidatos no tienen nada mejor qué decir?
Ojalá los caleños y los vallecaucanos no caigan en este juego y se concentren en las propuestas y en las hojas de vida de los candidatos, para que el 29 de octubre decidan con criterio propio.
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