Hugo E. Gamboa Cabrera

No hay peor ciego…

Hugo E. Gamboa Cabrera

No son ganas de molestar ni de atacar o contraatacar, pero el gobierno del señor Petro, a casi ocho meses de ejercerlo, da muchos palos de ciego o, actúa por cálculo político pensando en un gobierno suyo de largo plazo.

Uno supone que de esos once millones de colombianos que votaron por él, de los cuales una gran mayoría no eran ni son petristas, están arrepentidos.

Hay una tendencia fuerte al respecto. Solo basta ver a reconocidos artistas de la televisión, jóvenes todos, a columnistas que se despelucaban por esa candidatura, a intelectuales de barba y pipa pronosticando un nuevo paraíso, totalmente preocupados, como Pirry, despotricando su desilusión.

Doña Aura Lucía Mera, exdirectora de Colcultura en el gobierno de Belisario Betancurt, ya lo escribió: “No me jodan, como me equivoqué tan feo”. Rudolf Homes, exministro de hacienda de César Gaviria, creador de la apertura económica que casi arrasa con nuestros campesinos y agroindustriales, alfil importante en la campaña de Petro, súper—arrepentido, dijo: “no puedo creerlo”.

El mismo Roy Barreras, con su estilo sibilino, como pensando: “debo pensar en mi nuevo partido”. En fin, tal parece que el sol le llegó a las espaldas al gobierno, según las encuestas.

Muchas proyectos en contra, supuestamente de la élite, como dice doña Francia (cuando la élite hoy son quienes llegaron al poder), preocupantemente incoherentes.

Eso de brindarle estatus político a las guerrillas para sentarse a negociar la paz, no es conveniente ni procedente, sin siquiera acordar el proceso.

Perseguir empresarios por el hecho de serlo, es pretender acabar con el desarrollo y el empleo, lo que crea decrecimiento económico y más pobreza.

Maniatar policía y FF.MM. para lograr el beneplácito de los bandidos, es terrible y peligroso para el Estado de Derecho.

Permitir el crecimiento de las cosechas de coca es crear una economía “burbuja”, falsa y degradante.

Inmiscuirse en los asuntos de otros países porque funcionan democráticamente, es disfrazar los graves problemas del nuestro y la vice diciendo permanentemente que “Cuba es una buena tiranía”, es demostrarle al mundo que acá somos unos tarados. Y con un gabinete que da más pena que admiración.

Muchas cosas más pero, no nos hagamos más mala sangre, solo que, uno lo que ve es que las cosas tienden a empeorar. Dios nos libre.

Comments

Comparte esta noticia...
Share on Facebook
Facebook
Tweet about this on Twitter
Twitter
Share on LinkedIn
Linkedin
Cargando Artículo siguiente ...

Fin de los artículos

No hay más artículos para cargar