Suena irreverente verdad, pero no es otra cosa que la voluntad de hacer lo que uno quiere, es esa fuerza interna que te invita hacer las cosas sin ningún tipo de prejuicios y valoraciones excesivas, desconectado de ese querer reflexivo.
En algunos aspectos o en determinadas situaciones de la vida hay que actuar movido por la intuición y el deseo de hacer las cosas bien.
No obstante, lo que debemos entender es que el resultado siempre va a ser nuestra responsabilidad, al igual que el reproche, esto precisamente es lo que nos diferencia de los animales que tienen libertad de acción pero no los consideramos responsables.
Aristóteles hizo la distinción entre un querer sensitivo y un querer racional, el primero es ese querer simple del que estamos hablando y el segundo hace referencia al que está basado en deliberaciones.
Pero sin pretender actuar como los animales la invitación es a dejar de un lado las reflexiones profundas que se matizan con la meditación y darle salida a esa libertad humana que posibilite que no se suspendan los deseos ni se amarre la voluntad, hay que actuar con determinación cuando nuestro yo interno no lo indique y esa intuición que te impulsa y desequilibra la balanza.
La vida está llena de muchas posibilidades, pero también de muchos obstáculos, la diferencia puede radicar en como los enfrentamos y la visión que tengamos de ellos, lo que para mí es un obstáculo para otros es una oportunidad, no nos detengamos y seamos persistentes y dejemos que esa fuerza de voluntad exploté y sea ella que de regreso nos traiga las respuestas.
El sentido de la vida no es autoimpuesto, es netamente individual, nadie puede elegirlo por nosotros, debe obedecer a una búsqueda permanente que justifiquen a plenitud nuestra existencia y con un alto compromiso afectivo en nuestro propósito. Es responder al cuestionamiento de para qué estoy en el mundo.
Aquí también se pone de manifiesto la voluntad por encima de las condiciones biológicas, económicas y sociales, sino como explicar los casos en los que personas con deficiencias notables logran dar sentido a sus vidas, pudiera traer muchos ejemplos, me atreveré a relacionar algunos de ellos, músicos con problemas auditivos como Beethoven, con un impresionante legado musical, pintores con problemas de visión como Claude Monet, uno de los creadores del impresionismo y por último Demóstenes el mejor orador que ha existido en la historia, quien era tartamudo y hablaba con tanta elocuencia, coherencia y sentido que la fluidez quedaba de un lado, todo derivado de su pasión y fuerza de voluntad para prepararse.
Cuando te pregunten o cuestionen por qué lo haces y te quieran imponer barreras en la búsqueda de tu sentido de vida, sencilla y prudentemente responde “porque se me da la gana”, porque no hay una herramienta más fuerte y poderosa en la vida para lograr lo que queremos que la voluntad y las ganas, lo demás surge de la necesidad.
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