El gobierno de Petro nos ha convertido en monotemáticos a muchos pero, qué hacemos, si se vislumbra, con mucha seguridad, lo que nos corre pierna arriba.
Si, existen temas como el de emocionarse con los goles de la selección Colombia en el exterior, con las medallas de nuestros deportistas en países europeos, con la seguridad no solo de Cali sino del país en general, con la situación económica, con masacres de militares y de ciudadanos del común, etc.
En fin, temas hay muchos pero, el político y la mermelada para comprar conciencias nos tiene jodidos. Sé que somos “sudacas” como nos califican en España pero, qué hacemos, si no ayudamos a que nos miren de otra manera.
Bien decía el poeta y dramaturgo alemán Bertolt Brecht: “El peor analfabeto es el analfabeto político. Ese que no oye, no habla, no participa de los acontecimientos políticos. Ese que no sabe que el costo de vida, el precio de los fríjoles, del pan, de la harina, del vestido, del zapato y de los remedios, dependen de decisiones políticas.”
Y esas decisiones políticas, a través de la historia nacional, le han causado mucho daño al país, logrando que el colombiano de a pie, rural, con trabajos temporales, hayan perdido credibilidad, la fe y la esperanza.
Nunca tuvieron la visión que algún día llegarían, gracias a esas equivocaciones, alguien con ideología nefasta, decreciente, con resentimientos, a tratar de cambiar un país a punta de equivocaciones iguales o peores a las de antes, utilizando una clase política tradicional a punta de burocracia y contratos y, si no le funciona, con las amenazas sibilinas de imponer un Estado estalinista, maoísta, fidelista o chavista. Vaya a saber uno.
Por ejemplo, culpa a Duque de todo lo malo que hay ahora como ese de no cumplir con la implementación del proceso de paz de Santos, lo que los mismos reinsertados desmintieron, todo porque el Alto Comisionado, un señor Rueda, no sabe dónde está parado.
Lo cierto es que el mismo Petro dijo en un foro de “líderes comunales”, que ni se “les ocurra pensar en tumbarlo”, a raíz del lema “Libertad y Orden” auspiciado por 17 gobernadores del país. El expastor Alfredo Saade salió también a amenazar con “cerrar el Congreso por que no aprueban todo lo que se le ocurra al gobierno y, proceder a adelantar una Constituyente”. Una Constituyente, no una asamblea constituyente, que es muy distinta, sin Congreso y sin Altas Cortes.
¿Se dan cuenta por donde puede correr el agua al molino? Perder el derecho a opinar, a pensar diferente, a la libertad de movimiento, con líneas prohibidas, al libre mercado, a protestar, preocupa, como preocupan el desempleo, la mala administración de la salud, la falta de medicamentos. Y solo llevan ocho meses.
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