Cali, julio 16 de 2025. Actualizado: miércoles, julio 16, 2025 21:46
La alimentación tiene un impacto directo en nuestra salud física y emocional, pero pocos consideran que también influye en la vida sexual.
Mientras ciertos alimentos pueden potenciar el deseo y la energía, otros tienen el efecto contrario: disminuyen la libido, alteran el equilibrio hormonal y apagan el fuego interno, sin que siquiera lo notes.
Si últimamente has sentido una baja en tu apetito sexual sin causa aparente, tal vez la respuesta está en tu plato.
Aquí te mostramos cuáles son los alimentos que pueden estar saboteando tu deseo sexual.
Los productos llenos de conservantes, colorantes, azúcares refinados y grasas trans no solo son perjudiciales para tu corazón y tu peso.
También afectan directamente la circulación sanguínea y los niveles hormonales, lo que puede traducirse en una reducción de la libido tanto en hombres como en mujeres.
Un cuerpo inflamado, cansado y saturado de toxinas difícilmente puede sostener una vida sexual activa y placentera.
El azúcar refinada es uno de los enemigos silenciosos del deseo sexual. Aumenta los niveles de insulina, lo que a su vez interfiere con las hormonas sexuales como la testosterona y el estrógeno.
Además, puede provocar bajones de energía y cambios de humor, factores que afectan directamente el apetito sexual.
Si te encuentras con fatiga constante, irritabilidad o apatía, es probable que el consumo de azúcar esté pasando factura también en tu intimidad.
Aunque no todos reaccionan igual, los productos lácteos sobre todo los más industrializados pueden generar desequilibrios hormonales, mucosidad, inflamación y digestiones pesadas, lo que interfiere con la energía vital y el rendimiento sexual.
Si notas hinchazón, letargo o incomodidad luego de consumir leche, queso o yogur, tal vez tu cuerpo esté pidiendo una pausa.
La soja natural, en cantidades moderadas, puede ser beneficiosa. Pero muchos productos procesados que la contienen (como salchichas vegetales, hamburguesas veganas industriales o bebidas de soja) están cargados de fitoestrógenos.
Estas sustancias, similares al estrógeno, pueden alterar el equilibrio hormonal y reducir el deseo sexual, especialmente si se consumen en exceso.
La clave está en evitar los productos ultraprocesados de soja y optar por fermentados naturales como el miso o el tempeh.
Aunque una copa de vino puede ayudar a relajar el cuerpo, el consumo frecuente o elevado de alcohol tiene el efecto contrario: adormece el sistema nervioso, reduce la sensibilidad y afecta la producción de hormonas sexuales.
El alcohol también deteriora la calidad del sueño, aumenta la ansiedad y puede causar disfunciones sexuales a largo plazo, tanto en hombres como en mujeres.
El exceso de sal afecta la presión arterial y la circulación, dos factores clave para una respuesta sexual adecuada. También puede generar retención de líquidos, hinchazón y fatiga general, todo lo cual disminuye el deseo y la disposición para una vida íntima activa.
Tu alimentación influye más de lo que imaginas en tu deseo y rendimiento sexual.
Si sientes que tu apetito sexual ha disminuido sin motivo claro, observa tus hábitos diarios. Tal vez estés incluyendo sin saberlo alimentos que apagan tu deseo.
*Este artículo fue elaborado por un periodista del Diario Occidente usando herramientas de inteligencia artificial.
Fin de los artículos
Ver mapa del sitio | Desarrollado por: