Cali, octubre 7 de 2024. Actualizado: lunes, octubre 7, 2024 17:39
La hipotensión, también conocida como presión arterial baja, es una condición que ocurre cuando la presión sanguínea dentro de las arterias se encuentra por debajo de los niveles normales.
A diferencia de la hipertensión, que implica un aumento excesivo de la presión arterial, la hipotensión puede ser igual de preocupante en ciertos casos, especialmente si provoca síntomas como mareos, desmayos o fatiga extrema.
Los rangos normales de presión arterial en adultos suelen oscilar entre 90/60 mmHg y 120/80 mmHg.
El primer número, o presión sistólica, mide la presión en las arterias cuando el corazón late, mientras que el segundo número, o presión diastólica, mide la presión cuando el corazón está en reposo entre latidos.
Si la presión arterial baja de 90/60 mmHg, se considera hipotensión.
En casos extremos, la presión arterial puede bajar considerablemente, lo que puede causar síntomas graves como confusión, visión borrosa, náuseas o incluso shock, una condición médica que requiere atención inmediata.
El nivel mínimo que puede soportar una persona antes de entrar en estado de shock varía, pero una presión sistólica por debajo de 70 mmHg se considera muy peligrosa.
A menudo, las personas pueden experimentar síntomas severos cuando la presión sistólica cae por debajo de 90 mmHg.
Existen diversas causas de hipotensión.
Algunas personas pueden tener una predisposición genética a tener una presión arterial más baja de lo normal, sin presentar síntomas.
Sin embargo, para muchas otras, la presión arterial baja puede estar vinculada a condiciones médicas o factores temporales, tales como:
1. Deshidratación: La falta de líquidos en el cuerpo puede reducir el volumen de sangre, lo que resulta en una presión arterial más baja.
2. Problemas cardíacos: Algunas condiciones del corazón, como la bradicardia (ritmo cardíaco lento) o insuficiencia cardíaca, pueden llevar a una reducción de la presión arterial.
3. Infecciones severas: Las infecciones graves que entran en el torrente sanguíneo, conocidas como sepsis, pueden causar una caída dramática en la presión arterial.
4. Pérdida de sangre: La hemorragia interna o externa importante reduce la cantidad de sangre en el cuerpo, lo que puede provocar una presión baja.
5. Medicamentos: Algunos fármacos, como los utilizados para tratar la hipertensión, la depresión o enfermedades cardíacas, pueden tener el efecto secundario de reducir la presión arterial.
Si una persona experimenta síntomas de hipotensión, existen varias formas de aumentar la presión arterial de manera rápida y efectiva.
1. Aumentar el consumo de sal: Aunque generalmente se recomienda reducir la ingesta de sal, las personas con presión baja pueden beneficiarse de un consumo moderado de sodio, ya que ayuda a aumentar el volumen sanguíneo y la presión arterial.
Es importante consultar a un médico antes de hacer cambios significativos en la dieta.
2. Beber más líquidos: La hidratación es clave.
Beber suficiente agua a lo largo del día aumenta el volumen de sangre, lo que a su vez ayuda a elevar la presión arterial.
Además, consumir bebidas con electrolitos, como bebidas deportivas o suero, puede ser beneficioso para restablecer el equilibrio de sales y líquidos en el cuerpo.
3. Cambiar de posición lentamente: Las personas con hipotensión ortostática, una forma de presión arterial baja que ocurre al ponerse de pie, deben levantarse lentamente después de estar sentados o acostados.
Esto ayuda a prevenir mareos y desmayos.
4. Usar medias de compresión: Estas medias ayudan a prevenir la acumulación de sangre en las piernas, lo que mantiene la presión arterial estable.
Son especialmente útiles para personas que deben estar de pie por largos periodos.
5. Comer porciones pequeñas y frecuentes: Las comidas grandes pueden causar una caída temporal de la presión arterial después de comer, especialmente en personas mayores.
Optar por comidas más pequeñas y repartidas durante el día puede ayudar a mantener la presión estable.
La hipotensión puede ser un síntoma de una condición subyacente o un fenómeno temporal causado por factores como la deshidratación.
En cualquier caso, si los síntomas persisten o se agravan, es importante consultar con un profesional de la salud para recibir el tratamiento adecuado.
Mantener un control regular de la presión arterial puede ayudar a identificar posibles problemas antes de que se conviertan en situaciones graves.
*Este artículo fue elaborado por un periodista del Diario Occidente usando herramientas de inteligencia artificial.
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