Luis Ángel Muñoz Zúñiga

Sentimiento libraduno de pertenencia

Luis Ángel Muñoz Zúñiga

Hoy, luego de caminar la semana pasada por calles aledañas al Colegio de Santa Librada y de toparme con mis ex colegas María del Carmen Cerezo, Diana Ortiz y Luz Elena Londoño, quiero revaluar lo que alguna vez dije sobre el sentido de pertenencia.

Hace ya varios años afirmé que ese sentimiento lo determinaba el municipio donde dimos los primeros pasitos, más que donde queda la notaría que registró nuestro nacimiento. Alguien me controvierte que ese sentimiento lo determinaba la escuela donde se aprendieron los primeros saberes.

No faltó quien defendió que él se lo reconocía a la jurisdicción del colegio que lo tituló de bachiller. Otro reivindicó el municipio donde empezó a trabajar, formó una familia y tuvo sus hijos. Tremendo lío, todos los tertulianos tenían razón.

Ahora, varios años después, frente al cálido ramillete de profesoras libradunas, en mi caso que me desempeñé como docente en varias instituciones educativas del departamento, comprobé que mi sentimiento estaba realmente enraizado en la institución santanderina.

No es a capricho o por querer expresar un cumplido, pero uno está vivo donde siempre lo recuerdan los amigos, aquellos cuya camaradería también contribuyó para ganarnos simpatías entre el estudiantado.

Aunque Santa Librada no fue la institución educativa donde finalicé mi docencia y obtuve el estatus de jubilado, siempre expresaré por ella este sentimiento de pertenencia, en gratitud a que me permitió ejercer mis mejores años de carrera educativa.

Cómo no ser grato si al caminar por las calles de mi ciudad también me topo con adultos que tras abrazarme emocionados me expresan: ¡Usted me enseñó en Santa Librada!

Comments

Comparte esta noticia...
Share on Facebook
Facebook
Tweet about this on Twitter
Twitter
Share on LinkedIn
Linkedin
Cargando Artículo siguiente ...

Fin de los artículos

No hay más artículos para cargar