Hacia la Independencia

Alberto Ramos Garbiras

La guerra de independencia((1810/1819) nos permitió construir nuestro propio Estado en 1821, tener instituciones moldeables de acuerdo a los cambios posteriores y legislar nuestro propio derecho para regirnos.

Las fuentes principales del derecho colombiano fueron la guerra y el constitucionalismo que, influyó para la formación del Estado.

Y continuamos en guerra hasta 1824 cuando se liberó el entorno geográfico hasta el Perú, expulsando a los invasores españoles.

Pero los conflictos armados internos prosiguieron con guerras internas intestinas, guerras civiles y revueltas locales en el siglo XIX, en el Siglo XX y todo lo que va corrido del XXI. La reflexión después de leer el libro “Hacia la Independencia: Derechos, multitudes y revolución”, de Ricardo Sánchez, P.h.D en historia, es por qué reaparecen ciclos de violencia como forma de resolver disputas políticas, administrativas y económicas, debiéndose aplicar el derecho vigente para hacerlo, partiendo de las reformas constitucionales como pactos entre combatientes o entre dirigentes y representantes delegados del pueblo, reformas estructurales y modificaciones esenciales para el funcionamiento del Estado.

El libro titulado “Hacia la Independencia: Derechos, multitudes y revolución”, una investigación del profesor Ricardo Sánchez Ángel , será editado en pocos días, es la nueva obra de un historiador y consagrado escritor, que con el grupo de investigación Filosofía y Teoría Jurídica Contemporánea, de la Universidad Libre, ha logrado concebir esta extraordinaria visión de la independencia.

Una compilación de varias investigaciones sobre temas atinentes, realizadas en diferentes momentos , cohesionadas ahora frente a la independencia y formación del Estado-republicano.

Esos momentos históricos le dan contexto y fuerza a la unidad temática.

El autor al iniciar la presentación nos plantea una reflexión respecto a la dualidad que pueda darse en el manejo de los conceptos de guerra de independencia y de revolución.

La categoría de guerra de independencia dentro de las clasificaciones de la guerra se explica porque se trata de buscar el corte o la ruptura con la dominación extranjera que sostiene su poder por la ocupación y opresión permanente de un territorio abusivamente incorporado.

Mientras la revolución es un proceso de enfrentamiento interno en un país donde se enfrentan el ejercito institucional y la guerrilla encarnando la insurrección; un levantamiento en armas para desconocer los abusos del derecho, la extralimitación de la autoridad y las injusticias acumuladas.

Este choque entre un ejército regular-formalizado y sostenido por todos los contribuyentes, contra un ejército irregular, busca cambiar el Estado de Derecho y las condiciones económicas de un país.

Para llegar a ello se han agotado los intentos de reforma y las maneras de reclamación.

El producto es un nuevo Estado resultado de la guerra.

Pero todo se hace internamente.

Más sin embrago en el caso de la guerra de independencia, un proceso largo, un choque de intereses con ánimo de cambio total, y de necesaria expulsión de los invasores formalizados con el tiempo imponiendo el derecho externo amoldándolo al territorio dominado, podemos ver en nuestra independencia, al mismo tiempo, los rasgos de una verdadera revolución por el cambio de sistema y la continuidad de la vida bajo otros ropajes, dentro del mismo territorio, pero sin la coyunda externa.

Entre los antecedentes más cercanos a la guerra de independencia, los hechos y eventos que influyeron para crear el clima propicio para el levantamiento popular, se pueden mencionar, el movimiento de los comuneros; la traducción y difusión de los derechos del hombre; la invasión de Napoleón a España , el apresamiento del Rey y la subsiguiente guerra de liberación que facilitó nuestros gritos de independencia, actas y juntas de separación; la experiencia adversa de las provincias federales que desgastaron a patriotas, mestizos, criollos y a las multitudes que se confrontaron, porque la represión posterior de Morillo y los españoles que vieron a retomar el poder, sirvió para una mejor organización de cara a las batallas definitivas; la expedición de un constitucionalismo pre-republicano como ensayo para la construcción jurídica del Estado.

Nos dice el autor, Ricardo Sánchez, al empezar las conclusiones que, “El debate sobre los sucesos y proyecciones de la revolución de independencia en nuestra América mantiene su plena vigencia. No es un pasado muerto, sino en permanente recuperación e integración al presente y en despliegue sobre el porvenir de nuestros países. De ahí que resulte necesario explorar la singularidad del proceso, que fue ampliamente contradictorio y con evaluaciones diversas”.

Las conclusiones del libro conforman un opúsculo dentro del libro, o un ensayo adicional a la investigación porque en ellas el autor teoriza sobre cada uno de los aspectos trascendentales que influyeron para llegar a la independencia, y facilita la comprensión de la obra.

Teoriza con frases envolventes el asunto de la esclavitud, de la influencia comunera como antecedente emancipador, sobre la Constitución de Cádiz, destaca redactada en medio de la ocupación napoleónica y de una guerra de independencia de nuestros invasores que se vieron ocupados, estando el Rey preso, los liberales afrancesados redactaron una carta monárquico-constitucional para reformar el Estado y dar un paso hacia la república, etc.

Sobre la influencia de la Constitución de Cádiz, este nuevo libro de Ricardo Sánchez, basándose en las investigaciones de Carlos Marx sobre el tema, nos afirma que la técnica de Marx fue el análisis de los contextos internacionales y los ciclos debidamente periodizados de los procesos nacionales.

Y afirma sin tapujos que la Constitución es una expresión del campo de lucha porque allí se debatió lo que estaba pasando ante la ocupació0n francesa, la necesaria reforma y modernización del Estado monárquico para darle los tintes constitucionales con los límites al poder, los reyes habían capitulado y los pueblos de la España decimonónica se levantaron en insurrecciones.

Con la Constitución de Bayona, Napoleón trasladó e injerto lo que había hecho en Francia. Napoleón suprimió privilegios de la iglesia, llevó el ateísmo francés ; y las costumbres y leyes antiguas españolas, las combatió con conceptos racionales.

Ricardo Sánchez, citando a Cacciatore y Scocozza, sobre la importancia de la Carta de Jamaica, resalta la dimensión continental que le dio Bolívar a la guerra de independencia.

La Carta de Jamaica contiene reflexiones acerca de una teoría sobre la emancipación colonial.

Hizo aportes a la teoría de la ilustración.

Esa Carta fue un ejercicio de puro liberalismo aplicado: resistencia a la opresión, bases del nacionalismo, acceso a los cargos públicos, defensa de los derechos naturales dados por Dios y la naturaleza, y el quiebre al principio de adhesión porque las arbitrariedades excesivas llevaban a la desobediencia.

Abogado de la Universidad Santiago de Cali (USC); especialización en derecho constitucional, Universidad Libre; magister en ciencia política de la Universidad Javeriana , PhD en Política Latinoamericana, Universidad Nacional (UNED) de Madrid España

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