Cali, diciembre 1 de 2025. Actualizado: lunes, diciembre 1, 2025 17:52
El Valle del Cauca ha dado un paso histórico: ya contamos con la Agenda Departamental de Juventud 2026, el instrumento político, técnico y participativo que orientará la acción pública en materia de juventud para los próximos años.
Este logro no es producto del azar ni de la voluntad de unos pocos; es el resultado directo del Subsistema Departamental de Juventud en cooperación con la gobernación del Valle del Cauca, de su persistencia, su organización y, sobre todo, de la fuerza movilizadora de cientos de jóvenes que decidieron levantarse desde cada rincón del departamento para hacer parte del proceso.
Durante dos días, jóvenes provenientes de las 40 realidades municipales y 2 Distritales del Valle del Cauca llegaron al Centro Recreacional de Yanaconas, en Santiago de Cali, para encontrarse, construir, debatir, consensuar y consolidar los elementos que hoy conforman la Agenda Departamental de Juventud.
Ese encuentro no fue solamente una jornada técnica: fue un acto político profundo que reafirmó que las juventudes vallecaucanas están dispuestas a seguir defendiendo su derecho a participar, a decidir y a transformar.
La Agenda Departamental de Juventud 2026 se levanta sobre intensiones que reflejan las prioridades reales de los jóvenes: educación, empleabilidad y emprendimiento juvenil; salud mental y bienestar integral; seguridad y entornos protectores; medio ambiente; participación incidente; cultura y deporte; acceso a derechos; conectividad y nuevas tecnologías, entre otros.
Cada uno de estos componentes nació de la palabra viva de quienes mejor conocen las necesidades de la juventud: los propios jóvenes.
Las discusiones fueron profundas, diversas y plurales. Jóvenes rurales, urbanos, indígenas, afrodescendientes, estudiantes, trabajadores, gestores culturales, activistas ambientales, liderazgos de plataformas, consejos de juventud, procesos organizativos y colectivos independientes aportaron visiones distintas, necesarias y complementarias.
Lo que se vivió en Yanaconas fue la demostración de que el Valle del Cauca cuenta con una juventud que piensa, que propone y que sabe construir lo público.
Uno de los elementos más importantes que dejó este proceso fue la insistencia colectiva en la necesidad de un acuerdo interadministrativo entre la Juventud Vallecaucana y la Gobernación del Valle del Cauca.
Este acuerdo se convierte en la base para garantizar que la participación juvenil no sea un gesto simbólico, sino un ejercicio constante, vinculante y con capacidad real de incidencia en las decisiones departamentales.
El mensaje es claro: la juventud del Valle no solo quiere ser escuchada; quiere ser parte activa de la gestión pública, de la planeación estratégica, de la ejecución programática y del seguimiento a los compromisos institucionales.
Nada de esto habría sido posible sin quienes se movilizaron desde sus montañas, desde las costas, desde los corregimientos, desde los municipios más cercanos y más lejanos.
Jóvenes que madrugaron, que se organizaron, que viajaron largas distancias para hacer parte del ejercicio. Su presencia no fue un dato logístico: fue un acto de amor por el Valle del Cauca y de responsabilidad política con las juventudes presentes y futuras.
A todos ellos y ellas: gracias infinitas. Gracias por su palabra, por su tiempo, por su energía y por su convicción.
Cada propuesta presentada, cada intervención, cada desacuerdo y cada consenso aportó al fortalecimiento de esta agenda que hoy se constituye como guía fundamental para transformar las condiciones de vida de las juventudes vallecaucanas.
El proceso contó con la articulación de actores del Subsistema Departamental de Juventud: plataformas municipales, consejeros y consejeras de juventud, organizaciones juveniles, jóvenes independientes, delegados sectoriales, equipos técnicos, instituciones públicas y actores territoriales que acompañaron la metodología, el diálogo y la consolidación final de la Agenda.
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