Cali, abril 22 de 2025. Actualizado: martes, abril 22, 2025 09:48
La oposición de los habitantes de Ciudad 2000 a la presencia de jóvenes de la primera línea en el polideportivo de su barrio refleja el temor de la comunidad a raíz de los excesos cometidos durante el paro nacional en Cali, la ciudad más afectada por el vandalismo, los bloqueos y la violencia durante las semanas que duró la protesta. En ese sentido, es comprensible que, debido a lo ocurrido desde el 28 de abril hasta mediados de junio, muchos ciudadanos teman que se repita este tipo de hechos.
Esto debe servir para que los jóvenes reflexionen sobre las formas de protestar y comprendan que, independientemente de sus motivaciones, las vías de hecho no tienen respaldo ciudadano y que recurrir a la obstaculización de vial genera gran afectación a miles de personas que, por lo mismo, rechazan este tipo de acciones.
Sin embargo, así como los jóvenes, deben seguir apostando por el diálogo y formas de manifestación no violentas, la sociedad no puede quedarse estancada en la discusión sobre los bloqueos, porque esto desvía la atención sobre un problema de fondo que se debe resolver para evitar que se repita un nuevo estallido social: la falta de oportunidades de las nuevas generaciones.
Hay que rechazar los bloqueos, el vandalismo y la violencia, pero eso no puede invisibilizar que los jóvenes necesitan educación de calidad y con pertinencia, y generación de ingresos mediante la empleabilidad y el emprendimiento, necesidades que, si no se atienden, como se ha prometido, pueden generar una mayor frustración que conduzca a un estallido social peor que el vivido dos meses atrás.
La sociedad debe rechazar las vías de hecho, pero, al mismo tiempo, avalar que se den soluciones a los problemas de las nuevas generaciones.
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