Cali, mayo 23 de 2025. Actualizado: jueves, mayo 22, 2025 23:15
Los reportes entregados por el Ministerio de Salud durante esta semana confirman la tendencia ascendente de los contagios y las muertes por covid-19 y, ante esta preocupante señal, algunos sectores han planteado la necesidad de aplicar nuevamente restricciones y cierres. Esa estrategia, a la que el país acudió en otros momentos de la pandemia, no es conveniente ahora por varias razones, entre ellas que Colombia ha avanzado considerablemente en la vacunación y que ningún sector de la economía soportaría nuevos límites a la actividad comercial.
Colombia completó 23 millones de personas con esquema de vacunación completo, es decir que cerca de la mitad de la población tiene una mayor protección frente al virus, y el proceso de inmunización tomó un ritmo importante, con promedios diarios superiores a las 300 mil dosis aplicadas, lo que permitirá llegar a los 30 millones de habitantes completamente vacunados al final de año.
No se trata de subestimar el virus, es necesario mantener el uso obligatorio del tapabocas en todo tipo de espacio público e insistir en el lavado de manos, pero el conocimiento de año y medio de lucha contra el covid-19 permite mantener la apertura con responsabilidad.
Sin duda, los efectos sociales, sicológicos y económicos de un nuevo cierre, aunque sea intermitente, serían devastadores para el país. Fueron, precisamente, las consecuencias de las cuarentenas anteriores las que detonaron el estallido social de abril y mayo, pues la pérdida de empleos y fuentes de ingreso profundizaron las necesidades y la inconformidad de amplios sectores.
Los ciudadanos deben mantener el autocuidado y las autoridades deben acelerar la vacunación y ser estrictas en la exigencia del tapabocas y del carné de vacunación. El reto de todos debe ser que el cuarto pico sea mucho menor que los anteriores.
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