Cali, marzo 19 de 2025. Actualizado: miércoles, marzo 19, 2025 09:28
La polémica en torno a la estatua de Sebastián de Belalcázar es un reflejo de la división que tanto afecta a Cali. Con motivo de la conmemoración de los 485 años de fundación de la ciudad hubo manifestaciones a favor y en contra del regreso del monumento al pedestal del que fue derribado el pasado 28 de abril.
Es por ello que la decisión que se adopte respecto al monumento, debe tomar en cuenta las diferentes visiones que hay al respecto, en aras de evitar que sea una razón más para alimentar las confrontaciones entre caleños y lograr que, por el contrario, contribuya a avanzar hacia la consolidación de una sociedad en la cual las diferencias tengan como punto de encuentro el respeto por el otro.
En ese sentido, la ciudad no se puede quedar en la discusión sobre un símbolo del pasado y debe construir, entonces, un nuevo monumento que simbolice su plurietnicidad y su multiculturalidad, que sirva como referente de identidad de la Cali del presente.
No se trata de borrar la historia, esa es una realidad inmodificable que se debe aceptar, y el fundador de la ciudad hace parte de ella. Sin embargo, su imagen, como las de todos los conquistadores, genera rechazo en muchos sectores por la opresión que ejerció y, por esa razón, debe ser resignificada.
No quiere decir lo anterior que la escultura de Sebastián de Belalcázar tenga que ser destruida, pues tiene un valor patrimonial y artístico, pero sí debe ser trasladada a un museo en el que sea exhibida como parte de la historia de Cali y se cuente su papel como fundador de la ciudad, pero se hable también de los excesos que cometió como conquistador.
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