Brasil es uno de los 35 países del continente americano, anteriormente llamado Abya Yala.
Con una superficie de 8.516 millones km², se sitúa en el quinto lugar entre los países más grandes del mundo.
La población de Brasil llega a 207.847.528 habitantes, según el censo del año 2015.
Su idioma oficial es el portugués, dado que fue Portugal quien invadió y colonizó esta parte del hemisferio.
Sin embargo, los brasileños aún conservan muchos vocablos como el alemán e italiano, puesto que también recibieron inmigración de esos países.
¿Pero por qué hablamos de Brasil en esta oportunidad? Pues bien, en los 349 años de la gran Maafa u holocausto esclavista, este país se convirtió en el epicentro de degradación, genocidio y xenocidio de la población negra y aborigen, que resultaron esclavizadas precisamente por los portugueses que invadieron esas tierras en procura del fortalecimiento de su economía, que estuvo maltrecha durante muchos años.
Zumbi dos Palmares
Se trata de un negro que nació en 1655 y pasó a la historia por haber sido un líder guerrero de los esclavizados del nordeste de Brasil, famoso además por haber sido el último de los líderes del Quilombo dos Palmares.
La palabra Zumbi, o zambi, proviene del idioma africano y es traducible como “duende”.
A Zumbi se le recuerda por ser el fundador del Quilombo dos Palmares, localizado en la actual región de União dos Palmares, Alagoas, que en su momento era una comunidad autosostenible, un reino (república) según algunos.
Es preciso decir que ese asentamiento estaba formado por esclavizados negros que habían escapado de las fazendas brasileñas.
Es bueno recordar que esa expansión de tierra tenía un área equivalente a Portugal y se situaba en el interior de la Capitanía de Pernambuco, en territorios que actualmente pertenecen al estado de Alagoas.
¿De momentos ustedes se preguntarán qué es un quilombo? Para los africanos angoleños, el término proviene de la lengua kimbundu; para ellos, un quilombo es un lugar donde se concentra un determinado número de personas, incluso tienen sus propias autoridades.
Sin embargo, para los argentinos, uruguayos y otros países, un quilombo es un “zaperoco”, un desorden, una pelea o un prostíbulo.
De Zumbi se conoce que nació libre, en una familia con cierta comodidad y estatus.
Sin embargo, en el proceso esclavista fue capturado cuando apenas tenía seis años.
Zumbi escapó de la esclavitud hacia 1670 y, a sus quince años, regresó a su lugar de origen, pero no se conocen más datos sobre sus primeros años.
Ciertas teorías precisan que durante ese periodo Zumbi había sido bautizado en el catolicismo e instruido en latín y portugués por un clérigo.
Pasaron los años, y Zumbi creció de tal manera que los negros esclavizados y libertos llegaron a elevar su estatus a la altura de rey, lo que causó la furia del gobernador de la Capitanía de Pernambuco, quien, de manera sutil, ofreció un acuerdo de paz a Zumbi.
Este incluía la libertad de todos los negros de esa plantación, es decir, del Quilombo dos Palmares comandado por Zumbi.
La propuesta fue aceptada por Gangá Zumba, otro líder de la tribu, mientras que Zumbi se mostró desconfiado y celoso.
Al fin y al cabo, unos se fueron con Zumba y el gobernador, y otros se quedaron en dos palmares con Zumbi, lo que permitió la consolidación de su ejército de cara a tan anhelada libertad.
Al cabo de unos meses, Zumba fue asesinado por un líder de Zumbi.
Mientras tanto, los portugueses intentaron llegar a acuerdos con Zumbi durante varios años, pero sin obtener alguna respuesta del nuevo líder del quilombo.
Al ver tal resistencia, que ocasionaba una estampida en las barracas y plantaciones de los portugueses rumbo al ejército de Zumbi, el gobernador ordenó un ataque que contaba con las mejores armas, como arcabuces y mosquetes, lo que permitió avasallar a las tropas de Zumbi, quien escapó raudo hacia las montañas, siendo traicionado por un esclavizado de su tropa, quien sin piedad lo entregó al gobernador.
Al cabo de unos días, Zumbi fue desmembrado en la plaza pública y su cabeza colocada con sal en un mástil, para que los negros tomaran escarmiento y no se fugaran o se alzaran en armas contra los portugueses.
Luego de la atroz muerte de Zumbi, el gobernador le escribió al rey de Portugal diciendo: “Determiné que pusiesen su cabeza en un poste en el lugar más público de esta plaza, para satisfacer a los ofendidos y justamente quejosos, y atemorizar a los negros que supersticiosamente juzgaban a Zumbi como inmortal, para que entendiesen que esta empresa acababa del todo con los Palmares”.
Zumbi es hoy, para la población brasileña, un símbolo de resistencia.
En 1995, la fecha de su muerte fue adoptada como el Día de la Conciencia Negra en algunas partes de Brasil.
El nombre de Zumbi es también uno de los más importantes de la Capoeira, expresión cultural afrobrasileña que tiene diversas facetas como danza, arte marcial, música y acrobacia.
Zumbi dos Palmares se convierte en un ícono, casi incluso en un semidiós o ser mitológico para su propia gente, y algunos incluso afirman que era en parte humano y habitado por espíritus africanos: de los Orishas, de Changó y Yemayá.
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