El Consejo de ministros realizado el martes anterior, fue una guachafita que le mostró a Colombia la deforme forma en que se gobierna el país.
Definitivamente, el presidente Petro, como izquierdista radical, aspira a aislar a Colombia de todo lo que provenga de EE.UU.
Eso hizo hace varios años Fidel Castro y Cuba se fue al abismo en el que lleva más de 60 años, recibiendo limosnas y migajas de países con gobiernos dictatoriales, algo similar a lo que hizo Chávez con Venezuela, con la diferencia que este último entregó a Rusia, China e Irán, toda su riqueza mineral a cambio de armas e instrucción militar que permitiera defender la dictadura que ha obligado a millones de sus compatriotas a abandonar su país para sufrir adversidades dolorosas.
Asimismo, este gobierno colombiano ha ido decreciendo muchos renglones de la economía nacional tal como lo afirmaron desde un principio Irene Vélez y Carolina Corcho cuando asumieron sus funciones ministeriales.
Las EPS y los medicamentos, por ejemplo, solo porque, según Petro, están en manos de ricos.
El petróleo, a diferencia de Venezuela, con combustible pesado, a quién Trump ya buscó para seguir realizando negocios con base en tan importante combustible, mientras en Colombia se quiere acabar con ese negocio con el pretexto del cambio climático.
Quiere tomarse los recursos de las pensiones para campaña política del 2026.
No ha podido tomarse a Fedecafé, para degradarla.
Colombia está en riesgo de quedarse a oscuras porque este gobierno no quiere pagar los subsidios de los estratos 1, 2 y 3, compromiso ineludible desde hace muchos años para ayudarle a las clases sociales más vulnerables.
¿Porqué? Por la misma excusa esa de que las generadoras de energía son inversiones de los ricos.
Querer tomarse las cámaras de comercio para decrecerlas y realizar proselitismo político con los comerciantes del país.
Y muchas otras cosas más que le están haciendo daño al país.
México y Canadá acaban de solucionar, con acuerdos de por medio, lo que Trump desea.
Con esa forma de gobernar la que pierde es Colombia, utilizando un esquema ideológico probadamente ilógico e injusto, muy diferente al pragmatismo socialista de algunos países nórdicos.
Afortunadamente, todavía tenemos Cortes que defienden la democracia nacional, sin saberse hasta cuando, pues lo que estamos viendo con las FF.AA., preocupa, y harto.
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