En tiempos de cuarentena por Coronavirus, encontrarse con la noticia del cierre de los servicios de Corpolatin y la suspensión de manera definitiva de la línea 106 resulta alarmante.
Corpolatin, en 17 años de atención, recibió cerca de 200 mil consultas relacionadas con ideación suicida, depresión, ansiedad y violencias. Esta entidad, con recursos propios entre el 7 de enero y el 16 de marzo de este año, atendió cerca de 2.300 llamadas de personas que requerían no sólo ser escuchadas sino orientadas por diferentes situaciones de crisis.
Por eso, perder esta línea en este tiempo de aislamiento social, de poca actividad para generar ingresos y de bombardeo constante de noticias acerca de la pandemia, conlleva a que muchas personas con cuadros severos de depresión y ansiedad no cuenten con un apoyo. Por eso, aunque la Alcaldía de Cali dispuso de un número telefónico como respuesta a la necesidad y la contingencia, considero que dejó perder una trayectoria con la salud mental de una línea que no sólo construyó protocolos para identificar niveles de riesgo y la ruta para atenderlos, sino que era conocida por los caleños haciendo parte del directorio de servicios especiales de instituciones educativas, centros de desarrollo infantil, organizaciones sociales y líderes barriales.
Este es un tiempo donde mantenernos saludables mentalmente es un reto, por eso hago un llamado urgente a la Secretaría de Salud de Cali para que reaccione oportunamente y agilice la promoción de ese nuevo servicio telefónico de atención a la salud mental. Les comparto el número: 486 55 55 ext. 9.
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