Luis Ángel Muñoz Zúñiga
Especial Diario Occidente

La fe y el arte musical siempre han ido tomados de la mano.

Los cantos tribales, la música arcaica natural emitida con instrumentos de viento, de percusión, y el acompañamiento de danzas, desde tiempos ancestrales, se integró a los ritos de los primeros hombres en sus alabanzas a los dioses.

En las civilizaciones desarrolladas, la fe también inspiró a los músicos para que crearan sus composiciones clásicas.

Por eso hubo música ritual en las comunidades precolombinas; hay expresiones de fe en las alabanzas de las cantaoras del Pacífico; en los cantos gregorianos de los monjes en los monasterios; en las interpretaciones orquestales sinfónicas y filarmónicas de música clásica en las catedrales; en los programas radiales de las emisoras durante la Semana Santa, cargados de baladas y de música salsa con mensajes cristianos.

No hay templo católico, ni culto cristiano, cuyos oficios no estén acompañados por los coros y los grupos instrumentales.

La música religiosa es importante para los grupos latinoamericanos, que decidieron grabar misas folclóricas.

Tenemos “Cantos gregorianos” de los Carmelitas Descalzos de Villa de Leyva, la “Misa Colombiana” de Manuel Jota Bernal y la “Misa Criolla” de Ariel Ramírez con Los Fronterizos.

Los cineastas, como por ejemplo, Norman Jewinson que filmó Jesucristo Superstar (1973), su ópera rock, también enriquecen este género musical.

Los sonidos de la fe

La misma Biblia narra que cuando nace el Niño Jesús en Belén, unos coros de ángeles desde el firmamento lo adoraron y los pastores le cantaron villancicos en el pesebre.

En las Novenas de Aguinaldo junto al pesebre del parque de la circunvalación, que por varios años lideró el sacerdote Alfonso Hurtado Galvis, q.e.p.d., los caleños rezamos y cantamos.

También recordamos sus “Reflexiones de Semana Santa”, programa especial trasmitido por Radio El Sol de Todelar.

Esos programas del padre Hurtado en la semana mayor llamaban la atención a los escuchas, por su ambientación con las “Sonatas de Iglesia en Do Mayor”, de Wolfgang Amadeus Mozart y, “Las cuatro estaciones” y los” Conciertos de Música Sacra” de Vivaldi.

En Semana Santa, además de la fe cristiana que profesa, el pueblo llega a las catedrales motivado a deleitarse con los coros y las orquestas filarmónicas.

Florece la música

Los historiadores se quedan cortos cuando en sus textos sólo incluyen conflictos sociales, cambios políticos y desarrollos científicos.

Se olvidan que los seres humanos también tienen almas y sentidos frente a la belleza circundante.

Precisamente, en el renacimiento europeo, florecieron los sonidos de la música instrumental clásica, propiciando más acercamientos a Dios con tales goces.

“La historia no se detiene, la música tampoco –dijo Andrés Holguín- El tiempo y el río de Heráclito siguen avanzando, cambiando siempre, bajo un sol nuevo en cada instante, que es también el resplandor secreto de la música”.

A pesar de los siglos, sigue vigente esa música de inspiración religiosa: “La pasión según San Mateo (Johann Sebastián Bach), “La Misa de Coronación” (Wolfgang Amadeus Mozart), “El Mesías” (Georg Friedrich Haendel), “La Creación” (Joseph Haydn), ”Santo, santo, santo” (John Bacchus Dykes).

Baladas cristianas

Después de medio siglo del bolero, en los años sesentas y setentas, por su contenido poético romántico tuvo gran acogida la balada. Pero, además de los temas románticos, famosos baladistas también incursionaron con mensajes y temas cristianos.

Podemos mencionar, entre otros, a Roberto Carlos, Leo Dan y Palito Ortega. ”Jesús Cristo, Jesús Cristo/ Jesús Cristo, yo estoy aquí/ Miro al cielo y veo/ una nube blanca que va pasando/. Miro a la tierra y veo una multitud que va caminando…(Jesucristo de Roberto Carlos).

“Jesús es mi pastor/ nada me faltará/ todo es por el amor/ que él me tiene y me da/ Padre nuestro que estás/ Aquí en mi corazón/ no te alejes jamás/ Aunque sea un pecador” (Jesús es mi pastor. Leo Dan).

“Yo tengo fe, que todo cambiará/ que triunfará por siempre el amor/ Yo tengo fe que por siempre brillará/ la luz de la esperanza, no se apagará jamás/ Yo tengo fe porque yo creo en Dios/ yo tengo fe será todo mejor/ se callarán el odio y el dolor/ la gente nuevamente hablará de su ilusión” (Yo tengo fe. Palito Ortega)

Biblia en salsa

En las letras de los soneros y de la salsa, también ocupan lugares especiales los mensajes cristianos: El Nazareno (Ismael Rivera), Gloria a Dios (Richie Ray y Bobby Cruz), El buen pastor (Raphy Leavit), El Todopoderoso (Héctor Lavoe).

“Cuando tengo problemas y no sé qué debo hacer/ la Biblia en la mano yo comienzo a leer/ la palabra sagrada dice lo que debo hacer/ con Cristo Aleluya, gloria a Dios” (Richie Ray y Bobby Cruz).

“Yo soy la luz que brilla en la inmensidad/ El Nazareno, soy el sol, que brilla en la oscuridad/ hubo una vez un rey de amor y gloria/ Con su divina ley quedó en la historia” (Ismael Rivera).

“Ay como lo escupieron/ como lo empujaron/ como lo llevaron a crucificar/ Es el que todo lo sabe/ Es el que todo lo vé/ no conoce el egoísmo/ todopoderoso es el Señor… Ay en el Calvario fue puesto/ allí fue crucificado/ la sentencia fue de Herodes y firmada por Pilatos” (Héctor Lavoe)

“La Palabra de Cristo habite en ustedes con toda su riqueza; instrúyanse y anímense unos a otros con toda sabiduría. Con corazón agradecido canten a Dios salmos, himnos y cantos inspirados”. (Carta a los Colosenses 3, 16)

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