Cali, julio 10 de 2025. Actualizado: jueves, julio 10, 2025 21:56
Las deudas son, para millones de personas, una pesada carga que va más allá de lo financiero: afectan el sueño, las relaciones, el estado de ánimo y hasta la salud.
En Colombia, según cifras de la Superintendencia Financiera, cerca del 35% de los adultos tiene al menos una obligación en mora.
Sin embargo, salir del ciclo de endeudamiento no es un sueño inalcanzable.
Requiere estrategia, disciplina y, sobre todo, un cambio de mentalidad.
El primer paso es enfrentar la realidad. Aunque parezca obvio, muchas personas evitan mirar su estado financiero por miedo o vergüenza.
Pero ignorar las deudas no las hace desaparecer.
Es necesario sentarse, revisar extractos, hacer un listado detallado de lo que se debe, a quién, en qué condiciones, y cuánto se paga mensualmente por cada obligación.
Luego, es vital establecer un presupuesto realista.
No se trata de hacer promesas imposibles ni de vivir en la austeridad extrema, sino de identificar cuánto entra, cuánto sale y en qué se está gastando.
Este ejercicio suele revelar gastos invisibles o innecesarios —como suscripciones que no se usan, comidas fuera de casa o compras impulsivas— que pueden redirigirse al pago de deudas.
Una estrategia útil es el método bola de nieve: se priorizan primero las deudas más pequeñas, para ir ganando impulso emocional conforme se eliminan.
Otra opción es el método de avalancha, que consiste en pagar primero las deudas con mayor tasa de interés, lo que es financieramente más eficiente.
En ambos casos, lo importante es tener un plan y ceñirse a él.
En algunos casos, puede ser útil consolidar las deudas en un solo crédito con una tasa más baja, como lo ofrecen algunos bancos.
Esta opción debe evaluarse con cuidado, considerando no solo la tasa, sino los plazos, seguros y costos asociados.
Pero salir de deudas no se trata solo de pagar.
También es necesario construir nuevos hábitos.
Usar efectivo en lugar de tarjetas, evitar nuevas obligaciones mientras se saldan las actuales, y establecer un fondo de emergencia, por pequeño que sea, son prácticas fundamentales para evitar caer nuevamente en el ciclo de endeudamiento.
La educación financiera juega un rol clave.
Hoy existen plataformas gratuitas como los cursos del Sena virtual, que ofrecen herramientas sencillas para mejorar la relación con el dinero.
Entender cómo funcionan los intereses, el crédito y el ahorro es una forma de empoderamiento real.
También hay que trabajar el componente emocional.
Muchas veces, el consumo responde a vacíos, estrés o presión social.
Reconocer esos patrones es esencial para no repetirlos. Como dice el experto en finanzas personales Dave Ramsey: “El dinero es 80% comportamiento y 20% conocimiento”.
Finalmente, hay que reconocer los logros. Cada deuda pagada, cada mes sin atrasos, cada nuevo ahorro es motivo de orgullo.
El camino puede ser largo, pero cada paso cuenta.
Salir de deudas es posible. No se logra de la noche a la mañana, pero con determinación, enfoque y educación, es completamente alcanzable.
Y más que un alivio económico, representa una liberación personal: recuperar la tranquilidad, la autonomía y la posibilidad de construir un futuro más sólido.
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