Cali, octubre 25 de 2025. Actualizado: sábado, octubre 25, 2025 06:39
El ajo es uno de los alimentos medicinales más antiguos y reconocidos en diferentes culturas del mundo.
Sus propiedades curativas han sido documentadas desde tiempos egipcios y hoy en día sigue siendo protagonista en la medicina natural.
Sin embargo, una práctica que ha ganado fuerza en los últimos años es consumir ajo en ayunas, es decir, antes de ingerir cualquier otro alimento.
Aunque muchos lo recomiendan por sus múltiples beneficios, también existen riesgos poco conocidos que vale la pena considerar.
El ajo es rico en compuestos sulfurados, como la alicina, que actúan como antibacterianos y antivirales naturales.
Tomarlo en ayunas potencia su efecto porque el estómago se encuentra vacío, lo que permite una mejor absorción de sus propiedades. Esto puede ayudar a prevenir resfriados y fortalecer las defensas del organismo.
Diversos estudios han demostrado que el ajo contribuye a regular la presión arterial y los niveles de colesterol.
Consumir un diente de ajo en ayunas puede favorecer la circulación sanguínea y reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Además, sus antioxidantes protegen las arterias y disminuyen el daño oxidativo.
El ajo estimula la producción de jugos gástricos, lo que ayuda a mejorar la digestión. También actúa como un ligero laxante natural, facilitando el tránsito intestinal.
Tomarlo antes de desayunar puede ser un aliado contra el estreñimiento y la indigestión.
El consumo de ajo en ayunas puede ayudar al organismo a eliminar toxinas acumuladas en el hígado y los riñones.
Esto se debe a sus compuestos antioxidantes, que promueven procesos de limpieza interna y contribuyen a mantener el cuerpo en equilibrio.
Uno de los beneficios más conocidos del ajo es su capacidad para combatir bacterias, hongos y parásitos. Consumido en ayunas, potencia esta acción al llegar directamente al estómago vacío, lo que puede ayudar a tratar infecciones leves o prevenir su aparición.
Aunque los beneficios del ajo en ayunas son notables, no todas las personas pueden consumirlo sin efectos adversos.
El ajo crudo puede resultar muy fuerte para el estómago. Consumirlo en ayunas podría generar ardor, acidez o molestias intestinales en personas con gastritis, úlceras o estómagos sensibles.
Uno de los efectos secundarios más frecuentes del ajo es el mal aliento. Al consumirlo en ayunas, este efecto puede intensificarse, ya que sus compuestos azufrados se liberan rápidamente en el organismo.
El ajo puede potenciar el efecto de medicamentos anticoagulantes y antihipertensivos. Por eso, las personas que toman este tipo de tratamientos deben consultar a un médico antes de incluirlo como hábito en ayunas.
Aunque son poco comunes, algunas personas pueden presentar reacciones alérgicas al ajo, que se manifiestan con irritación en la piel, inflamación o problemas respiratorios.
El ajo en ayunas es una práctica natural con múltiples beneficios para la salud, desde fortalecer el sistema inmune hasta mejorar la circulación y apoyar la digestión.
Sin embargo, no está libre de riesgos: puede causar molestias digestivas, mal aliento o interacciones con medicamentos.
Por eso, lo recomendable es consumirlo con moderación, escuchar las señales del cuerpo y, en caso de duda, consultar con un especialista en salud.
*Este artículo fue elaborado por un periodista del Diario Occidente usando herramientas de inteligencia artificial.
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