Cali, mayo 29 de 2023. Actualizado: lunes, mayo 29, 2023 23:07
No es coincidencia que las celebraciones que terminan en desmanes estén asociadas al consumo irresponsable de licor. No se trata sólo de los triunfos de la Selección Colombia; también el Día de la Madre, el 24 y el 31 de diciembre, y los eventos festivos masivos (como la feria de Cali) en los que la ingesta de alcohol aumenta, aumentan también las riñas y las muertes violentas. Está demostrado que la mezcla de euforia colectiva y el consumo irresponsable de bebidas embriagantes deriva en comportamientos difíciles de controlar.
Lo anterior justifica la aplicación de la ley seca, que rigió desde ayer y hasta la madrugada de hoy en buena parte del territorio nacional, debido al juego entre Colombia y Japón, como medida para reducir la violencia asociada al fútbol.
Sin embargo, la aplicación de esta medida funciona de manera coyuntural, se logra un mejor comportamiento a partir de ésta y otras restricciones, pero cuando ya no hay prohibición y no hay una vigilancia especial de las autoridades, el problema aparece de nuevo.
De fondo hay un grave problema cultural: en nuestro país las celebraciones siempre se asocian al consumo de alcohol y las campañas respecto al tema se han concentrado en los problemas que generan los borrachos al volante, limitándose a pedirle a los conductores que entreguen las llaves si van a beber, cuando el mensaje debería ser más abierto y más profundo. Así como Colombia emprendió una campaña para reducir el consumo de cigarrillo, se debe hacer algo similar con el licor para lograr que la ingesta sea menor, responsable y moderada, hay que erradicar el concepto de celebración vinculado al consumo excesivo de licor.
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