Cali, julio 3 de 2022. Actualizado: sábado, julio 2, 2022 00:39
¿Si se quiebran o se afectan las grandes empresas, qué pasaría con los miles de colombianos que laboran en ellas?
Cada vez aumenta más la tensión entre la campaña de Gustavo Petro y el aparato productivo colombiano, pues no han sido pocas las intervenciones en las que el candidato presidencial ha hecho planteamientos que, de materializarse, podrían llevar a la quiebra a sectores que hoy generan desarrollo y empleo.
Esta semana se suscitó un fuerte debate a raíz de una carta en la que Colanta, la cooperativa lechera más grande de Colombia, pidió a sus proveedores votar con “sensatez” en las elecciones presidenciales.
En la misiva no se mencionó a candidato alguno, pero se pidió a sus destinatarios elegir “el desarrollo del campo colombiano y no un mal llamado cambio, que es un salto al vacío sin retorno”, lo que fue interpretado en la campaña de Petro como una alusión a no votar por él y desató una ofensiva desde el petrismo contra la compañía de lácteos; en redes sociales los seguidores del candidato tienen una intensa actividad para invitar a no comprar los productos de esta empresa.
La reflexión que se plantea en la carta de Colanta es válida, porque refleja la preocupación de la industria láctea, que es la misma que tienen el gremio de la palma y el sector azucarero, pues en el discurso del candidato hay mensajes que generan dudas sobre el futuro de la agroindustria y, en general, de la gran empresa, en caso de que sea elegido presidente de la República.
Todo tiene que coexistir para que la economía funcione y se generen más y mejores oportunidades para los colombianos.
En ese sentido, el apoyo a los micro y pequeños emprendimientos no tiene porqué poner en peligro a las grandes fuentes de empleo, se requiere tanto lo uno como lo otro. Un mejor país se construye entre todos.
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