Cali, abril 22 de 2025. Actualizado: martes, abril 22, 2025 09:48
En medio de la tensión entre Rusia y Ucrania, preocupan las señales que indican que el posible conflicto entre el gigante asiático y el país de europa oriental puede convertirse en la tercera guerra mundial. Los esfuerzos del mundo democrático deben concentrarse en evitar una confrontación bélica y, para ello, los líderes de las principales potencias deben abogar por una salida diplomática.
El mundo globalizado no ha vivido un conflicto mundial, hoy las consecuencias de una guerra que involucre a todos los países podrían ser aún más catastróficas que las que dejaron las dos primeras, pues, además de lo que implicaría en pérdidas humanas y destrucción para los países que sean escenario de la confrontación, podría llevar la economía mundial al colapso.
El planeta aún no termina de recuperarse del impacto económico y sicológico de la pandemia del covid-19, la crisis de los contenedores afecta prácticamente a todo el mundo y la inflación golpea sin distingo a todas las naciones. ¿Qué pasaría si a este panorama se suma un conflicto que paralice el comercio internacional?
Ni siquiera países como Colombia, tan alejados física, comercial y políticamente de Ucracia y Rusia, se salvarían de los efectos negativos de una guerra mundial o de un conflicto que involucre a varios países. Por citar un ejemplo, hoy Colombia tiene muy cerca a aliados de Rusia, como Venezuela y Nicaragua, regímenes totalitarios que fácilmente pueden aprovechar la coyuntura bélica como cortina de humo y arremeter contra nuestro territorio.
Así como en 1945, tras la Segunda Guerra Mundial, se creó la ONU con el propósito de mantener la paz entre las naciones, hoy esta organización y el mundo democrático deben poner su máximo empeño en frenar las intenciones bélicas.
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