Terrorismo de escritorio

César Tulio Delgado

No se sabe quién puede ser más subversivo. Si un legislador que empuña un bolígrafo amangualado con un alcalde de turno para aprobar un acuerdo municipal en contra de los ciudadanos o esas fuerzas oscuras que colocan bombas.

Pues eso fue lo que ocurrió el pasado mes de diciembre en sesión del Concejo de Cali, cuando aprobaron la contribución por estacionamiento en vías públicas y privadas, Acuerdo 088, “Por el cual se establecen, modifican y destinan rentas para el SITM – MÍO y se concede autorización al alcalde”.

Alcalde y concejales, al mejor estilo de Robin Hood, defendiendo a “los pobres y oprimidos transportadores del MIO” crean impuesto por estacionar y entregar esa riqueza a transportistas.

Los caleños pagaremos un impuesto más. La base de cálculo es dos veces el pasaje de un viaje en MIO, que para este año se proyecta en $2.200, es decir una base de $4.400, y la contribución sería entre $1000 y $1800 cada vez que un ciudadano se parquee. Si una persona lo hace cuatro veces al día en diferentes lugares, pagará cuatro veces el mismo impuesto. ¡Qué atraco! Tan atroz como una bomba.

Otro impuesto más que impacta a los caleños y al sector productivo. ¿Qué estudios se hicieron al respecto? ¿Cuál será el efecto en bolsillo de los usuarios?

Más aún, se estimula el uso de motocicleta que no pagará el tributo y no se hace nada hace para combatir piratería, motoratones y transporte informal.

Estos hechos llenan de motivos a la opinión para elegir un gobierno de izquierda en el futuro, y serán responsables concejales y alcalde.

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