En mi novela “Quítate de la vía perico”, que cuenta todo el periodo de esplendor de la rumba caleña en la época de la economía emergente, el capítulo final se titula Todo se derrumbó. Así empieza: “Todo se derrumbó… Pasamos de la abundancia a la pobreza, se acabaron las fiestas, el auge de las orquestas, la rentabilidad de los leasing, el proceso ocho mil salpicó toda la ciudad. Los sitios fueron cerrando, por todas partes se veían los avisos “Se vende, o se alquila”. Mataron al dueño de Village Game, balaceras en las discotecas, los programas deportivos en quiebra. Se acabaron las fiestas privadas”.
Fragmento de mi novela sobre la abundancia en la época del cartel. Ahora se viene otra versión de Todo se derrumbó por causa del coronavirus y del gobierno central. No se escucharon las peticiones de los propietarios de restaurantes y discotecas, de las escuelas de danza y los músicos. Rápidamente no aguantaron las escuelas de salsa Aguanile, Sabor rumbero, Magia Latina, Alma Latin Show e Imagen y Expresión. En las discotecas cerraron Salsa y El aterrizaje, muchas más. Salsa era la continuación de Village Game, en comienzo de la Roosvelt, una discoteca histórica. En los restaurantes deben ser muchos, pero una institución como Carambolo, de Lola Serna, anunció su cierre. Carambolo es el sitio que cambia la historia de Granada. Fue el auge, con público de alto consumo, pero variado, artistas, empresarios, políticos.
Los apoyos del gobierno no favorecieron a estos sectores. Los propietarios de restaurantes y discotecas tienen dilemas grandes por los costos fijos, arriendo, energía, impuestos y nómina. Las escuelas de salsa están calladas, hicieron una donatón y algunos tratarán de sobrevivir, a muchos no les alcanzará el tiempo. Esos bailarines jóvenes necesitan rebuscarse con lo que sea. Los músicos, que parecían más frágiles, están aguantando, van a experimentar en lo virtual. Living y Gilberto Cárdenas ya empezaron, ahora un grupo unido de artistas liderados por Juan Carlos Estrada.
Las peluquerías se pueden salvar si la Alcaldía de Cali consigue el aval del Ministerio de Salud, que fue aplazado al igual que el de centros comerciales en una medida infame contra Cali. Son cientos de empleos, sobre todo de mujeres cabeza de familia. La peste perjudica a todos, pero sobre todo a los que no toman medidas urgentes.
Ahora la cuarentena sigue, es decir, se ahonda la pobreza, se quiebran las empresas, los emprendedores fallecen, no tienen alternativa. Pero el futuro es el que viene en dos o tres meses, cuando presuntamente pase el terror al virus, el pánico creado por los medios y el gobierno, y salga la gente a rebuscarse.
Ahí caminaremos por el norte y el sur, por el oriente y el oeste, y encontraremos por todas partes el aviso de la quiebra: “Se alquila, se vende”.
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