Representante a la Cámara por el Valle del Cauca
La pandemia por Covid-19 cambió el ritmo de vida del mundo. Ante su aparición, las autoridades sanitarias y gubernamentales tuvieron que tomar medidas para limitar la propagación de la enfermedad.
Una de ellas, de hecho, -la más importante- el aislamiento preventivo. Situación que ha acentuado la depresión y otras dificultades emocionales que, de no tratarlas de la manera correcta, podrían provocar otra crisis, esta vez de salud mental.
El Ministerio de Salud y Protección Social reporta que 5 de cada 100 colombianos puede tener depresión y 3 de cada 100 pueden tener ansiedad diagnosticada. Por su lado, el Departamento de Salud Mental de la Organización Mundial de la Salud, OMS, menciona que “una de cada cinco personas va a estar afectada por un trastorno mental, ansiedad, depresión o patologías severas”.
Lo anterior, sumado al incrementro del 142% del reporte de casos de violencia contra la mujer y niños, hace que la situación que enfrentan los colombianos en la cuarentena deba ser cuidadosamente atendida y tratada.
Por lo tanto, el Gobierno nacional en coordinacion con los gobernadores y alcaldes deben establecer en los planes de contingencia: acciones de salud pública, políticas de promoción y prevención de salud mental orientadas a brindar apoyo, atención psicológica y psiquiátrica en los servicios de salud de cada ente territorial. Así como, priorizar a los pacientes diagnosticados, su familia y entorno social.
Por último, es indispensable que los programas de orientación psicológica sean transmitidos en franja familiar por los medios de comunicación para que lleguen directamente a los hogares colombianos. La salud mental es un compromiso de todos.
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