En Colombia el Clan del Golfo ha impactado gravemente el Bajo Atrato Chocoano por la deforestación intensa que han practicado, la minería intensiva con la extracción del oro, los monocultivos agroindustriales y la degradación de los ríos.
Sin ser un actor armado insurrecto, no tienen ideología definida, son bandas criminales agrupadas para obtener rentas criminales, y han sido remisos o renuentes a concurrir con seriedad a las mesas de la Paz Total; este Clan del Golfo, lo describe Julián Ríos Monroy , cronista del diario El Espectador, tomando datos del CINEP que, “por lo menos 65.100 hectáreas han sido deforestadas en los últimos años, un área que equivale, aproximadamente, a dos veces el tamaño de Medellín. Detrás de todos estos daños ambientales, que tienen en jaque a los ecosistemas, a la salud y a la seguridad alimentaria de cientos de poblaciones, está a la sombra del Clan del Golfo, el grupo ilegal más poderoso de Colombia, cuyo control se extiende desde el Urabá antioqueño hasta esta zona del Chocó que conecta con Panamá…Los pobladores aún recuerdan cómo después de que los obligaron a abandonar el territorio, miles de hectáreas de cultivos de pan coger fueron arrasadas para sembrar palma de aceite. Con loa años, la justicia estableció el nexo de la casa paramilitar de los hermanos Castaño, con empresas como Urabá-Palma Palmura S.A”(Ríos Monroy, 2024).
La Ministra Susana Muhamad, al impulsar el lema de la Paz con la Naturaleza despertó muchas reflexiones sobre cómo debería practicarse esta modalidad de PAZ dentro del país.
Salto a la vista de la mayoría que con educación e intensa pedagogía que deberá desplegar desde el Ministerio de educación hasta mínimo en una primera etapa, hasta el año 2030 año tope fijado por la ONU en la CPO 15 de biodiversidad en Montreal, y que concuerdan estos 6 años faltantes con el límite de los ODS de París fijados desde la COP-21en el año 2015.
Pero también debe hacer con el mandato constitucional fijado en el artículo 95 numerales 6 y 8 que expresan los deberes y obligaciones, sociales, cívicos y políticos, de los ciudadanos porque el ejercicio de los deberes y libertades reconocidos en esta Constitución implica responsabilidades.
Estos dos numerales nos indican que hay que propender al logro y al mantenimiento de la Paz.
Y Proteger los recursos culturales y naturales del país y velar por la conservación de un ambiente sano.
Al mismo tiempo ese objetivo de hacer la paz con la naturaleza nos lleva a revisar las bases bioéticas para difundirlas, o sea el comportamiento ético con la naturaleza que no puede hablar ni reaccionar cuando se le ataca, contamina, arrojan basuras, les tiran químicos a los ríos o detritus industriales; la excavan , afectan la riqueza y la intocabilidad de los páramos, le arrojan al espacio aéreo gases de efecto invernadero, combustibles fósiles( Petróleo, carbón gas), y demás efectos poluentes.
La biótica debe practicarse por cada uno, porque la naturaleza alterada, contesta más tarde , y busca recuperarse, pero en medio de esa reacción vienen los desastres que el planeta tierra está observando , por lo tanto, la autodestrucción de la humanidad.
De esta idea sobre La Paz con la Naturaleza apareció el complemento.
La Coalición mundial para lograr la paz con la naturaleza.
Más ambiciosa y compleja, pero necesaria.
Compleja porque mientras no se logre la paz con los combatientes donde existen acciones bélicas, la naturaleza se daña por las acciones de guerra en lo interno y lo externo.
De otro lado, la periodista Cindy Morales Castillo, complementó esa visión y explicó que, el calor de las discusiones y negociaciones de la COP-16, el evento mundial sobre biodiversidad que se realizó en Cali y cuyo lema era justamente “Paz con la Naturaleza”, puso en la discusión la necesidad de que los actuales procesos de negociación y diálogos de paz no solo incluyan los temas ambientales en sus agendas, sino también empiecen a pensar cómo los grupos armados rendirán cuentas sobre sus acciones y culpas por sus afectaciones a los ecosistemas y cuáles serán los posibles caminos jurídicos( …)En los últimos 20 años, los grupos armados (o emisarios de actividades de actividades ilegales que estos controlan), han deforestado unos 4 millones de hectáreas de bosques por sus actividades de minería ilegal, cultivos de uso ilícito y tala ilegal de madera.(Morales Castillo, 2024)-
En un reciente escrito titulado “El fetichismo de la paz con la naturaleza”, el profesor Ricardo Sánchez Angel, afirma que, “para conseguir la paz con la natura, primero hay que lograrla en las sociedades humanas. Al mismo tiempo, no habrá paz en la sociedad sino se logra con la naturaleza. Para ello, hay que crear un orden internacional justo que lo permita, superando los procesos, las estructuras y sistemas que generan las guerras, las amamantan, las planifican, las usufructúan, las necesitan para sus intereses creados”.
En otras palabras, quiere decir: Si un país como Colombia, o una región como Oriente Medio, están en guerra, no prospera la paz con la naturaleza porque deberá resolverse primero esa guerra interna o ese conflicto geopolítico en la región.
Y viceversa, una sociedad así no viva un conflicto bélico, pero hace un uso irracional de los recursos naturales con un crecimiento desbordado por el modelo de producción que mantenga, al destruir la naturaleza por agotar sus recursos naturales, no tendrá paz plena por alterar los entornos, menoscabar la biodiversidad y extinguir la vida de las especies que necesita para tener hábitats saludables.
El profesor Sánchez Ángel, demuestra como en las dos guerras mundiales, con el castigo al Japón en Hiroshima, Nagasaki(utilizando bombas atómicas),también con el bombardeo a Berlín para castigar al nazismo, y respecto a las intervenciones militares de la guerra fría (Corea, Vietnam…), en las guerras de invasión o intromisión, Guatemala, Chile, Granada, más todas las guerras de “baja intensidad”, dentro de la guerra fría; las acciones bélicas destruyeron parte de la naturaleza, desmantelaron los suelos y contaminaron ríos.
Citas.
Morales Castillo Cindy .
“La deuda ambiental de los grupos armados, el tema pendiente en las negociaciones de la Paz”.
Relato de la periodista adscrita al periódico El Espectador, publicado en la página 11 www.elespectador.com , Bogotá, 3 de noviembre del año 2024.
Ríos Monroy Julián.
“La máquina criminal del Clan del Golfo amenaza uno de los pulmones del mundo”. Crónica del periodista Ríos Monroy publicada en el diario El Espectador, de Colombia.
Página 2, www.elespectador.com / Bogotá, octubre 27 del año 2024.
Sánchez Ángel Ricardo.
“El fetichismo de la paz con la naturaleza”, columna de opinión publicada en la página Web de la publicación digital La Rosa Roja, como un Manifiesto por la vida humana y la del planeta Tierra.
www.larosaroja.org , Bogotá, octubre 28 del año 2024.
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