Cuestionamientos por investigaciones penales, fiscales o disciplinarias; presuntos nexos con estructuras armadas ilegales; relaciones con parapolítica y, por supuesto, herederos de clanes políticos regionales. Estos son los perfiles de 88 precandidatos y precandidatas a las elecciones regionales del 29 de octubre en las que se elegirán gobernadores, alcaldes, concejales, diputados y ediles.
La alerta fue elevada por la Fundación Paz y Reconciliación (Pares) que esta semana presentó el informe “Candidatos cuestionados”, producto del seguimiento que ha realizado a 294 precandidatos, de 14 partidos políticos, que buscan obtener un aval para las próximas elecciones. La investigación se realizó en 60 municipios de los 32 departamentos del país, entre los que preocupan especialmente los casos de Antioquia, Bolívar, Caquetá y Magdalena.
De acuerdo con Pares, 53 de los candidatos se inscribirán por alguno de los partidos políticos, 21 mediante la recolección de firmas, 8 a través de coaliciones y los 6 restantes estarían por definirse. No sorprende que la gran mayoría de los precandidatos cuestionados vengan de partidos tradicionales, que vale la pena señalar no son primíparos en esta lista vergonzante, de acuerdo con investigaciones de años anteriores realizadas por Pares.
Y es que, en efecto, este informe nos confirma lo que ya sabíamos: en Colombia hemos sido gobernados por delincuentes con poder político. Para la muestra un botón, hace un par de días la Revista Semana publicó los audios en los que se escucha a Óscar Iván Zuluaga, excandidato a la presidencia por el Centro Democrático, confesar que sabía del ingreso de dineros ilícitos a su campaña en 2014.
Lo más escandaloso de estos audios es que Zuluaga durante años negó saber de la entrada de estos recursos a su campaña. De hecho, en 2022 cuando volvió a aspirar a la presidencia de manera insistente negó su responsabilidad. Al verse descubierto, el otrora candidato a la presidencia y ministro de Hacienda del expresidente Álvaro Uribe presentó su renuncia al partido Centro Democrático.
Son muchas las reflexiones que deja la investigación de la Fundación Pares de cara a las elecciones regionales de octubre, especialmente sobre la idoneidad, el continuismo y la búsqueda de una transformación real en el país. Cada elección pasa lo mismo, los recursos públicos de los colombianos quedan en riesgo de caer en manos de personas cuestionadas e investigadas por apropiarse de los recursos públicos que juran cuidar y administrar en nombre del pueblo colombiano. Por fortuna, siempre hay buenos nombres y perfiles idóneos.
Las próximas elecciones serán definitivas para respaldar la agenda de cambio del presidente Gustavo Petro. Que sea la oportunidad para sacar a los atornillados al poder que solo buscan su beneficio personal y darle cabida a quienes tienen como prioridad sacar adelante una agenda por la equidad y la dignidad de todos los colombianos.
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