Las cifras económicas del primer trimestre del año volvieron a evidenciar que no vamos por buen camino. Aunque sectores como la educación pública y la agricultura mostraron un comportamiento más favorable, la industria, el comercio, la vivienda y la infraestructura continúan arrojando cifras preocupantemente negativas.
Estos sectores son grandes generadores de empleo y motores de dinamismo para otros segmentos. El gobierno no puede seguir ignorando ni postergando la implementación de planes de choque para mantener la economía activa.
Además, es imperativo dejar de estigmatizar al sector privado. Resulta una falacia pensar que los programas de autoconstrucción pueden sustituir la construcción masiva de viviendas, un sector esencial para la economía.
Tampoco es necesario oponer la economía popular a la gran economía; sin la segunda, la primera no puede sobrevivir. El modelo de desarrollo económico no debe seguir siendo percibido como opuesto al bienestar social.
El gobierno debe reconocer que la colaboración con el sector privado es crucial. Los sectores que continúan en declive, como la industria y el comercio, son vitales para la creación de empleo y el crecimiento económico en general.
La caída en la construcción de viviendas y en la infraestructura es particularmente alarmante, ya que estos sectores tienen un efecto multiplicador en la economía, generando empleo y estimulando la demanda de materiales y servicios.
Los colombianos debemos exigir un enfoque equilibrado que promueva la inversión y el crecimiento económico. Las políticas deben fomentar la cooperación en lugar del conflicto.
Abandonar la retórica divisiva y trabajar hacia estrategias inclusivas es esencial para beneficiar a toda la economía.
Si la economía no avanza, no habrá recursos para lo social. ¿Es eso tan difícil de entender?
Comments
Fin de los artículos
No hay más artículos para cargar