La inseguridad en Bogotá sigue siendo un dolor de cabeza para sus habitantes, y los intentos de hurto en moto, conocidos como “raponeos”, un reciente caso captado por cámaras de seguridad ha dado un giro inesperado: un joven por poco es víctima del robo de su teléfono, pero su rápida reacción frustró los planes de los delincuentes, convirtiéndolo en el protagonista de una escena que se volvió viral.

El hecho se presentó a plena luz del día cuando el joven en mención caminaba desprevenido por una concurrida avenida con su smartphone en mano.

Al intentar cruzar la calle, una motocicleta apareció de repente. La parrillera, una mujer, estiró el brazo para arrebatarle el dispositivo en un clásico movimiento de raponeo.

No obstante, este no fue un hurto más: el joven, con reflejos envidiables, apartó el teléfono justo a tiempo, dejando a la delincuente con las manos vacías.

Lo que hace especial este momento no es solo la astucia de la víctima, sino su actitud tras evitar el robo.

Lejos de huir o confrontar, el joven decidió celebrarlo frente a los ladrones. Con una sonrisa triunfal, cruzó la calle haciendo un bailecito improvisado y lanzó un gesto retador hacia los frustrados asaltantes, que se alejaban en su moto sin botín alguno.

#PILAS. Muy atentos con esta pareja de ratas que delinquen en una motocicleta por varios sectores de Bogotá. Diferentes cams/seguridad los registraron robando celulares mediante modalidad de raponazo. Comunidad de paloterapeutas se estaría organizando para comenzar una cacería. pic.twitter.com/bi80p4uHm8

— Colombia Oscura (@ColombiaOscura_) February 19, 2025

Dicho esto, la escena, grabada por las cámaras de seguridad del sector, no tardó en circular por redes sociales, desatando risas y aplausos entre los usuarios.

“Adoro los finales felices”, escribió un internauta en X, mientras otro comentó: “Los ladrones pensando que era presa fácil y terminaron siendo el chiste del día”.

El video, compartido por cuentas como @ColombiaOscura_, suma miles de reproducciones y refleja el hartazgo de los bogotanos ante la delincuencia, pero también su capacidad para encontrar humor en la adversidad.

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