Cali, noviembre 7 de 2024. Actualizado: jueves, noviembre 7, 2024 17:59
La Gobernación del Valle a través de la Secretaría de Fomento Económico y Competitividad y el Diario Occidente le apostó este año a una nueva versión de “Mi talento es negocio” con 12 charlas virtuales que contarán la historia de emprendedores que, a través de su liderazgo, disciplina y tenacidad, lograron sacar adelante sus sueños e ideas de negocio.
Son historias inspiradoras, pero sobre todo con grandes lecciones que permitirán a otros empresarios aprender de sus experiencias, aciertos y desaciertos.
El invitado de hoy es Javier Enrique, Indualimentos del Valle, una empresa que viene de abajo, que ha sido hecha con mucho empuje, con mucho empeño y que empezó de cero con un producto muy dulce: alfajores.
En una oportunidad mi esposa viajó a Roldanillo a pasar unas vacaciones donde una hermana y allá tuvo le enseñaran a hacer alfajores, entonces ella llegó con esa ilusión a la casa y empezó a hacer alfajores para la merienda de la tarde y a mí me gustaron mucho.
En ese momento trabajaba en una empresa como gerente de ventas y empecé a llevarle alfajores a los muchachos de ventas y se los regalaba, eso me creó una necesidad de buscar un estuche, un empaque para guardarlos, a lo último, ellos me preguntaban que si los vendía y a finalmente terminé haciéndolo.
El trabajo allí se acabó y también llegué a una edad en la que se hizo difícil conseguir trabajo, entonces vi los alfajores como una opción de negocio y empecé a hacer una pequeña investigación de mercadeo y analizar cómo se arreglaba la fórmula para que siendo un producto perecedero se le alargara la vida.
Como soy administrador de empresa y publicista se me facilitó muchas cosas para empezar a hacer el estudio de mercado, los colores, el logo, la presentación. A través de eso tuve la oportunidad de tener una relación con los señores de Almacenes La 14.
Hicimos el trámite correspondiente con Invima y todo lo de ley para empezar a hacer la venta, así llegamos a La 14 de la avenida sexta, Pasoancho, Calima, solo en siete almacenes, incluso, en Bogotá, y en algunos sitios de Cali, en el aeropuerto y a clientes que les gusta.
De esta manera fuimos creciendo, pero todo lo hacíamos en un espacio que apartamos en el apartamento donde vivíamos y lo adecuamos para elaborar esta clase de alimentos. Estuve en una reunión en Acopi, en ese momento estaban dando información para las micros y pequeñas empresas.
Ese mismo momento me inscribieron en el Sena para estudiar gastronomía y cuando terminé de estudiar me dieron la oportunidad de ingresar al Fondo Emprender y como ya tenía ventas, entonces gané dos veces, resulta que no me lo entregaron porque no hacíamos parte de la población vulnerable, éramos estrato 4, eso se complicó, pero fue una gran capacitación, me volví muy empresario, tomé muchas herramientas que ignoraba.
Ya en una convocatoria cerrada del Fondo Emprender y la Gobernación del Valle, sí gané en Cali, junto con otros emprendedores de la región, como Yumbo, Roldanillo, Zarzal, Buenaventura, ya con ese recurso empezamos a trabajar fuertemente.
Se vivieron cosas muy difíciles porque nos tocó cerrar la empresa unos meses, quedamos endeudados, lo que nos ganamos en el fondo lo guardamos y volvimos a arrancar de cero a recuperar clientes.
Después de la pandemia llegue a Puerto Rellena donde tenía la empresa, en la parte del frente tenía venta de los alfajores, café, muffing, torticas, pandebono, almojábanas, champus, avena, arroz con leche, todo muy bien organizado que se hizo para arrancar nuevamente.
Luego vino la huelga (estallido social) y como ese fue el sector más peligroso ahí no pudimos continuar, tuvimos que llevar las cosas a un garaje para guardarlas y ese fue el segundo cierre.
Volvimos a empezar de nuevo, a recuperar a nuestros clientes, algunos de los que nos compraban 100 o 120 cajas de alfajores, en esta oportunidad empezaron a pedir 12, 15, 25 cajas, a otros les daba miedo, entonces estamos haciendo nuevamente la tarea para abrir el local.
Pero estoy muy agradecido de haber pasado por ese proceso.
Hay dos visiones: el de algunas personas que aprovechan la oportunidad de la vida y el de otros que, por ejemplo, se ganan un chance de $5 millones, cogen ese dinero y se los tiran en cosas que no necesitan y no piensa en un futuro, sino en que dentro de 8 o 15 días se volverán a ganar otro chance.
Entonces independientemente de que el Fondo Emprender, Valle INN o el Estado le des la plata o no, está la capacitación, la formación que es mejor a la de una universidad, porque aquí lo forman y además le da la plata para que salga a hacer las cosas.
A veces las personas se distraen haciendo otras cosas que no tienen nada que ver con el negocio, en cosas personales y no les alcanza la plata para lo que pensaban.
Donde más se venden los alfajores es en el aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón, también se encuentran en el local La Caleñita, al frente del parque Alameda.
Foto Gobernación del Valle del Cauca
MTEN 2022 💼🚀: ‘Indualimentos del Valle’, una empresa dulce que se resurgió después de la pandemia
Indualimentos del Valle es una de las empresas que se ha beneficiado de los programas de la Gobernación del Valle y ha empleado el capital recibido para aumentar su negocio, de manera que en ‘Mi Talento es Negocio’, un evento de la Gobernación del Valle del Cauca, la Secretaría de Desarrollo Económico y Competitividad del Valle, así como el Diario Occidente, conoceremos la historia de este emprendimiento dulce, de la mano de Javier Rondón.
Publicado por Diario Occidente en Lunes, 28 de noviembre de 2022
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