Cali, febrero 17 de 2025. Actualizado: sábado, febrero 15, 2025 00:00
El Valle del Cauca es una región privilegiada para hacer avistamiento de aves, razón por la cual muchas agencias y fincas se han venido preparando para fortalecer el aviturismo no sólo como una alternativa de ingresos económicos , sino como una manera de contribuir a la conservación del medio ambiente.
Esa es una de las lecciones que nos dejaron los conferencistas y especialistas asistentes a la sexta versión de Colombia Birdfair que resaltó la importancia del Valle como zona privilegiada para ver aves de diferentes especies.
Así lo manifiesta Milton Reyes, profesional especializado de la regional suroriente de CVC, quien destaca que el Valle del Cauca es el departamento número uno en avistamieto de aves.
Entre los sitios que recomienda como privilegiados para hacer avistamientos están Pance, Anchicayá y la laguna de Sonso.
Cada año muchas aves emigran desde el hemisferio norte en época de invierno hacia el sur, buscando climas más cálidos y el Valle del Cauca se convierte en un pasadizo muy importante en la ruta migratoria.
El especialista destaca que el aviturismo es el segmento general que se encarga de la observación de aves, pero que tiene que cumplir con la normatividad ambiental vigente, trabajar en conservación, cumplir con las normas ambientales de los hoteles, las posadas.
Y es que hacer aviturismo no es sólo ir a una jornada de avistamiento, sino tener un compromiso de conservación ambiental.
Por eso Reyes destaca la importancia de que sean grupos pequeños los que hagan la actividad para no dañar el bosque, que no afecten el hábitat y evitar entre otras cosas, dejar abandonados residuos sólidos.
“Con Colombia Birdfair invitamos a la gente a que conserve las áreas de bosque porque tenemos que darle una mano a las aves, porque muchas están enfrentando problemas de conservación serios y es por falta de bosque. Entonces, todo el mundo en las fincas a sembrar sus arbolitos” expresa.
Además recomieda a la gente en la zona urbana “a poner las plantas con flores que atraigan los colibríes y de paso generar una alternativa económica porque el que se vuelve experto en conservación de aves prácticamente puede tener un trabajo”.
Como recomendaciones para hacer avistamiento, están usar ropa con colores no muy vistosos, no llevar la mascota, comprar binoculares y tener una guía de campo.
Luego de un trabajo de observación de aproximadamente cinco años, Sebastián Giraldo Dávila, biólogo de la Universidad Icesi acaba de publicar el libro “Aves de Palmira, del valle al páramo” en la que describe 431 especies de aves que hacen parte del municipio, tanto en la parte urbana como rural desde el valle geográfico del río Cauca hasta el páramo de Las Hermosas.
“Son aproximadamente el 80%, creemos que hay un vacío en la parte alta, en el páramo, bosque alto andino, creemos que podemos llegar a 500 especies de aves” dice Sebastián.
Además de mostrar las aves, el libro ofrece otros temas como educación ambiental y aviturismo, que sirve de apoyo a quienes quieran hacer un avistamiento responsable.
El biólogo indica que “queremos darle visibilidad al municipio, tenemos rutas estipuladas que nosotros mismos estamos organizando, pero también ya hay operadores turísticos que ya tienen guías y rutas definidas”.
Recuerda rutas en Palmira, desde la parte plana hasta el páramo: La Buitrera, Barlovento, Aguaclara, Tienda Nueva, Potrerillo, Tenjo, Calucé, La Nevera, Combia, Las Hermosas, tenemos la mayoría de los ecosistemas. En Palmaseca hay una diversidad muy grande de aves, más que todo en los humedales.
Uno de los trabajos que ha venido adelantando con las comunidades ha sido unirlas, involucrar alos campesinos par que aprendan a conservar y mirar el avistamiento como una alternativa económica.
“Hay que hacer de la conservación un asunto de todos, esta es la sinergia que a todos nos involucra” expresa el investigador que recomienda hacer un un aviturismo responsable, “no se trata de invadir los bosques, no llevar 500 personas, hay que cambiar la idea de tumbar los árboles por conservarlos, que el campesino sea el mismo que se lucre en su predio y no vaya a tumbar los bosques y atacar los animales,hay un futuro en esto”.
Son muchas las personas en el Valle del Cauca que vienen trabajando en la conservación y ven en el aviturismo una opción de vida.
Alejandro Caicedo tiene una finca en Dapa, a donde llegan decenas de aves y ve esta la oportunidad de hacer avistamientos.
Martha Lucía Giraldo tiene su finca en la vereda La Luisa de Trujillo, donde espera convertirla en un polo del turismo teniendo en cuenta que además de las variedades de café que siembran, hasta su predio llegan decenas de aves. “Somos un corredor de aves y estamos haciendo asociación paraa fomentar que la gente conozca nuestro pueblo y ayudar a la comunidad” expresa al recordar que en su predio se observan tucanes, colibríes, guacharaca, muchas loras.
Además destaca que el medio ambiente está generando mucho turismo, no sólo nacional sino extranjero.
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