Cali, octubre 25 de 2025. Actualizado: sábado, octubre 25, 2025 06:39
El sexo es una parte importante de la relación de pareja, pero no siempre se tiene el mismo deseo o la misma disposición para hacerlo.
A veces, uno de los dos quiere tener sexo y el otro no, lo que puede generar frustración, malestar o conflicto.
Aquí te damos algunos consejos para manejar esta situación de la mejor manera posible.
Si no tienes ganas de tener sexo, no tienes por qué hacerlo solo para complacer a tu pareja o para evitar una discusión.
Una pareja amorosa no se sentirá bien teniendo sexo con una pareja que no quiere hacerlo. Además, forzarte a tener sexo puede afectar negativamente a tu autoestima, a tu placer y a tu deseo sexual futuro.
Mientras que la intimidad sexual espontánea siempre es deseable, también se puede planificar el sexo para otro momento en el que ambos estén más receptivos y relajados.
Esto puede ayudar a reducir la presión y la ansiedad que se siente cuando uno de los dos quiere sexo y el otro no.
Eso sí, es importante cumplir con la fecha acordada y no posponerla indefinidamente, pues eso podría generar resentimiento o desconfianza en la pareja.
Si notas que tu deseo sexual ha disminuido o que no te apetece tener sexo con tu pareja, es conveniente que reflexiones sobre las posibles causas de esta situación.
Puede haber factores físicos (como el estrés, el cansancio, las hormonas, etc.), psicológicos (como la depresión, la ansiedad, el aburrimiento, etc.) o relacionales (como la falta de comunicación, la rutina, los conflictos, etc.) que estén afectando a tu libido.
Identificar las causas te permitirá buscar soluciones adecuadas para recuperar el interés por el sexo.
Es fundamental que hables con tu pareja sobre cómo te sientes y qué necesitas en relación al sexo.
Expresa tus sentimientos y tus preocupaciones sin culpar ni criticar a tu pareja.
Escucha también lo que tu pareja tiene que decirte y trata de entender su punto de vista. Busca un espacio tranquilo y privado para tener esta conversación y evita hacerlo justo cuando uno de los dos quiere sexo y el otro no, pues ese momento puede estar cargado de emociones negativas.
Si no quieres tener sexo con tu pareja, pero quieres demostrarle tu amor y tu afecto, puedes buscar otras formas de intimidad física y emocional que sean satisfactorias para ambos.
Por ejemplo, puedes darle un masaje, abrazarlo/a, besarlo/a, acariciarlo/a, etc. También puedes compartir actividades que les gusten a los dos, como ver una película, salir a pasear, cocinar juntos, etc.
Estas alternativas pueden ayudar a mantener la conexión y la complicidad en la pareja.
Si la situación se prolonga en el tiempo y afecta negativamente a la calidad de la relación de pareja, puede ser conveniente buscar ayuda profesional.
Un terapeuta sexual o de pareja puede ayudarte a identificar y resolver los problemas que están interfiriendo con tu deseo sexual y con tu satisfacción sexual. También puede darte pautas y consejos para mejorar la comunicación y la intimidad con tu pareja.
*Este artículo fue elaborado por un periodista del Diario Occidente usando herramientas de inteligencia artificial.
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