Cali, abril 21 de 2025. Actualizado: domingo, abril 20, 2025 22:23
La llegada de un bebé es un gran acontecimiento para la familia, pero si además es el primer hijo, es toda una experiencia de aprendizaje y adaptación de los nuevos padres, a su recién nacido, de tal manera, que cada día, se sientan más cómodos y tranquilos en su nuevo rol.
Sin embargo, al llegar a casa, aunque toda la atención está puesta en el recién nacido; la madre también necesita cuidados que favorezcan su pronta recuperación física y emocional, generando en la madre mejor disposición, confianza y seguridad en el proceso de la crianza.
La enfermera profesional Janeth Moreno experta de Johnson Baby comparte algunas recomendaciones para las nuevas mamás:
– La leche materna es el mejor alimento para el bebé desde la primera hora de vida y es recomendable que sea el alimento exclusivo durante los 6 primeros meses.
Para que mamá tenga la producción de leche que su bebé necesita y no se deshidrate; deberá tomar 1 vaso de agua, cada vez que amamante a su bebé.
– La leche materna va cambiando de calostro a leche de transición del 5to día hacia adelante, hasta llegar a una leche madura, que acompañará el desarrollo cerebral del bebé los 2 primeros años de vida.
Para evitar congestión mamaria y complicaciones como la mastitis; la madre debe extraer la leche que el bebé no sea capaz de recibir y asegurarse de desocupar totalmente ambos senos.
– El acompañamiento familiar contribuye al cuidado del bebé en los momentos de sueño y descanso de la madre, indispensables para la recuperación física, estabilidad emocional y afectiva de la mamá.
– La madre debe tomar sólo los medicamentos formulados por el médico tratante y asistir sin falta a su cita de control en los días posteriores al nacimiento del bebé.
– La prevención de hemorragias posparto e involución uterina, suceden de manera fisiológica y segura, gracias a la producción de oxitocina en la mamá, cada vez que su bebé succiona su pecho contribuyendo a la recuperación física de la madre, al incremento de la producción de leche materna y al fortalecimiento del apego entre madre e hijo; que, a su vez previene situaciones que requieren atención profesional como la depresión postparto.
La mamá que alimenta a su bebé exclusivamente con leche materna y a libre demanda, durante los 6 primeros meses de vida, es decir, sin horarios y cada vez que el bebé lo requiera, puede producir toda la leche que el niño necesita para saciar la sed y aportar todo el sustrato nutritivo, para el sano crecimiento del bebé; previniendo enfermedades respiratorias, diarreicas, desnutrición y obesidad.
La lactancia materna exclusiva, también favorece en el bebé, su desarrollo neurológico y cognitivo, gracias al aporte de ácidos grasos y aminoácidos como la Taurina; además, le aporta inmunoglobulinas, defensas vivas y activas que lo protegen de virus y bacterias.
Y a nivel emocional, fortalece el vínculo afectivo por el contacto piel a piel durante la lactancia y el sentido del olfato, favoreciendo su autoestima y un apego seguro, que, a futuro, serán las bases de las relaciones sociales.
Lactar al bebé, ayuda a la mamá, contribuye a la recuperación del peso ideal, pero también, disminuye y previene el riesgo de enfermedades, de alto impacto en la salud de la madre, como cáncer de seno y ovario.
Otro punto clave a tener en cuenta, tiene que ver con el baño del bebé en sus primeros días en casa. Según la experta, el baño en el recién nacido se debe realizar dos veces al día, en la mañana por higiene, confort y para mantener la piel sana, y en la noche hace parte de la rutina para antes de dormir, lo que contribuye a mejorar la cantidad y calidad del sueño.
Además, es una oportunidad para la estimulación multisensorial, integrando simultáneamente durante la rutina del baño, la estimulación de los órganos de los sentidos, como el tacto, olfato, visión y audición; lo que genera a diario, millones de nuevas conexiones neuronales, que favorecen el desarrollo y maduración cerebral en los bebés y estudios demuestran que un baño relajante, los tornan más tranquilos y confortables.
Este es uno de los momentos más importantes en los cuidados del bebé, se recomienda debe ser con agua tibia a temperatura corporal de 36.5 a 37 grados, dentro de un espacio cerrado para evitar las corrientes de aire, con una duración de máximo 5 minutos dentro de la bañera, es recomendable usar, Baño Líquido Johnson’s Recién Nacido, que tiene el pH fisiológico, que no causa irritación y remueve suave y efectivamente las impurezas de la piel” afirma la enfermera Janeth Moreno.
Luego, secar suavemente todos los pliegues incluida el área de la piel que rodea el muñón umbilical.
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