Cali, abril 24 de 2025. Actualizado: jueves, abril 24, 2025 18:10
Las redes sociales han sido, por años, el escaparate de la perfección estética.
Piel impecable, cuerpos esculpidos y vidas de ensueño han dominado Instagram y TikTok, estableciendo estándares inalcanzables para millones de usuarios.
Sin embargo, una nueva tendencia parece estar ganando terreno: la belleza sin filtros.
¿Estamos ante una revolución en la percepción de la apariencia física?
Desde el “Body Positivity” hasta el “No Makeup Movement”, distintos movimientos han tratado de desafiar los cánones de belleza impuestos por la industria y los medios de comunicación.
Ahora, el “Skin Positivity” cobra fuerza en plataformas digitales, impulsado por influencers y celebridades que muestran su piel al natural, con acné, manchas o arrugas.
Figuras como Selena Gomez, Alicia Keys y Florence Pugh han compartido imágenes sin maquillaje ni retoques, alentando a sus seguidores a aceptar su belleza real.
Esta tendencia responde a la fatiga de un público saturado de imágenes editadas.
“Las personas están cansadas de ver rostros irreales, de compararse con estándares inalcanzables”, explica la psicóloga y experta en redes sociales Ana María López.
“Mostrar imperfecciones se ha convertido en un acto de resistencia”.
A pesar del auge de la naturalidad, las redes siguen siendo el terreno donde los filtros y la edición extrema proliferan.
Según un estudio de la Universidad de Harvard, el 64% de los jóvenes entre 18 y 25 años han editado sus fotos antes de publicarlas.
Las aplicaciones de belleza, como FaceTune o la inteligencia artificial generativa, han elevado el nivel de retoque a otro nivel.
“Ahora no solo se afinan rostros, sino que se crean versiones completamente distintas de uno mismo”, advierte el fotógrafo digital Andrés Martínez.
Ante esto, TikTok y BeReal han incentivado la publicación de imágenes sin filtros, promoviendo campañas como #NoFilter o #AsIAm.
No obstante, los expertos advierten que el cambio cultural será lento.
Grandes empresas de cosmética han notado este giro y han adaptado sus estrategias.
Algunas marcas han lanzado campañas sin retoques, promoviendo la diversidad y la autenticidad.
Sin embargo, el debate sigue abierto: ¿realmente estas marcas están comprometidas con el cambio o solo responden a una tendencia comercial?
La lucha entre la realidad y la ficción sigue latente, pero lo cierto es que la conversación ha cambiado.
La belleza sin filtros es más que una moda pasajera: es una respuesta a una era de estándares imposibles.
La pregunta es, ¿hasta qué punto estamos dispuestos a abrazarla?
Fin de los artículos
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