Cali, enero 20 de 2025. Actualizado: lunes, enero 20, 2025 20:49
El vínculo entre un perro y su amo causa un apego emocional casi tan grande como el de una madre con su hijo porque se enseña a dormir en la cama del dueño, se le felicita, se le compra ropa y se juega con él.
Sin embargo, las personas que deciden tener un perro como reemplazo a un compañero de vida o a un hijo pueden caer en la petofilia -apego excesivo por los animales-, este afecto puede causar en el “perrihijo” una patología mental que afecta su personalidad e identidad.
La humanización de los perros se da en familias que no tienen hijos, entonces tienden a realizar acciones que no son propias de la especie como por ejemplo, hacerles fiestas de cumpleaños, pintarles las uñas, ponerles calzado y crearles redes sociales, esto se debe a que los dueños piensan que solo darles amor, llevarlos al doctor y alimentarlos ya no es suficiente.
Además, tratar a los animales como hijos provoca que la mascota se vuelva dependiente de los humanos, ya que cuando el humano no está en casa, el animal se siente ansioso, sufre de ataques de pánico, destruye objetos y orina o defeca dentro de la casa.
Las voces agudas y los apodos como “mi bebé, hijito o pequeño” también resultan ser perjudiciales porque hace que pierdan su identidad, se sientan frustrados e inseguros de sí mismos.
Es común observar que muchas personas que tienen un perro como mascota tienden a comprarles bastantes regalos y cosas, más que para ellas mismas.
Sin embargo, antes de comprar regalos para ellos hay que preguntarse ¿Quién lo necesita más, él o yo?
Tanto los niños como los perros necesitan disciplina, pero si hablamos en específico de estas criaturas lo que en verdad necesitan es adiestramiento algo muy diferente a lo mencionado anteriormente.
De igual forma debemos respetar sus horarios, sus necesidades fisiológicas, como jugar con otros de su especie, cuidar de su dieta y convertirlo en un perro educado que no tendrá que ser castigado.
Algunas personas sienten que disfrazar, ponerles calzado o simplemente vestirlas, es una forma de amar y darles cariño a sus mascotas.
Sin embargo, esta acción es muy preocupante porque pueden perder su instinto animal, las ganas de socializar con otros de su especie y evitar que se desarrollen sus capacidades naturales.
Una mascota es una buena compañera en momentos de soledad, cuando se muere un ser querido son muy valiosas en la vida de una familia, no obstante, hay que ser claros y nunca perder la noción de que un perro no reemplazará a una persona.
Es importante que una mascota como un perro, sea libre, sea feliz y socialice con otros de su especie sin dañar su naturaleza, ni creándoles falsas identidades que perjudiquen su comportamiento.
Finalmente, es necesario que los dueños tengan en cuenta que no se debe integrar a los perros en costumbres humanas porque no lo necesitan, ni comprenden eventos como bodas o fiestas de cumpleaños, ellos solo necesitan que suplan sus necesidades básicas y que los dejen ser felices, siendo ellos mismos.
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