Cali, marzo 21 de 2025. Actualizado: jueves, marzo 20, 2025 21:34
Está en mora la Aeronáutica Civil de poner en cintura a las aerolíneas que, como Avianca, reprograman y cancelan vuelos sin darles siquiera una explicación veraz a los pasajeros.
Lo ocurrido jueves, viernes y sábado de la semana pasada con cerca de cinco mil viajeros que se disponían a volar desde Bogotá hacia otras ciudades de Colombia no tiene ninguna justificación; hubo pasajeros que esperaron hasta 24 horas para ser embarcados sin que la aerolínea les explicara el porqué de la situación ni asumiera los costos de alimentación y alojamiento en los que las personas tuvieron que incurrir por el incumplimiento de la empresa de transporte.
Lo paradójico es que en la mayoría de los vuelos cancelados Avianca adujo problemas meteorológicos, argumento desvirtuado por las otras aerolíneas que operaron sin mayores contratiempos desde y hacia la capital de la República.
La Aeronáutica Civil anunció investigaciones y sanciones, pero del dicho al hecho hay mucho trecho; casi a diario se presentan este tipo de problemas en menor escala en diferentes aeropuertos del país, se reprograman o cancelan vuelos con excusas inverosímiles, sin que para autoridades y aerolíneas importen las consecuencias para los pasajeros.
Pese a los anuncios de la Aerocivil, queda la sensación de que las aerolíneas, especialmente las más grandes, hacen lo que les da la gana, pues no sólo reprograman o cancelan itinerarios, sino que también sobrevenden los vuelos. Si bien es claro que como negocios las empresas de transporte aéreo deben buscar rentabilidad, ésta no puede darse a partir del abuso frente a sus clientes y ante la pasividad de unas autoridades aeronáuticas que vociferan pero en la práctica no defienden los intereses de los pasajeros.
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