Cali, diciembre 5 de 2024. Actualizado: jueves, diciembre 5, 2024 19:33
El caso de Natalia Seña recuerda la importancia de la supervisión por parte de los padres de familia…
La decisión de la Corte Suprema de Justicia respecto a la posibilidad de que los padres de familia puedan acceder a las cuentas de correo electrónico y redes sociales de sus hijos menores de edad es oportuna.
El pronunciamiento del alto tribunal se dio ante el caso de Natalia Seña, la adolescente de 15 años de edad, que desapareció el 26 de junio y fue encontrada muerta cuatro días después en compañía de un hombre al que conoció por Internet.
Es cierto que los padres deben respetar la individualidad de sus hijos, pero igualmente es cierto que los adultos deben velar por el bienestar de los menores, y parte de esa responsabilidad, como bien lo ha explicado la Defensoría del Pueblo, “está en acompañar sus procesos de relacionamiento social para prevenir situaciones de riesgo” que por su inocencia y falta de experiencia los menores de edad no están en capacidad de identificar.
La supervisión es una de las responsabilidades de la paternidad, no se trata de convertirse en policía de los hijos, sino de estar al tanto de lo que hacen, con quién interactúan y dónde están, porque los menores de edad son susceptibles de ser inducidos a prácticas peligrosas y malsanas si no tienen un acudiente que les advierta de los riesgos que corren.
Internet, en el caso de los menores de edad, representa una puerta a lo desconocido que es aprovechada por todo tipo de delincuentes, como lo demuestran los casos de trata de personas, violaciones, extorsiones, indución a la drogadicción y hasta muertes, como la de Natalia Seña. Si hay adultos incautos que siguen cayendo en todo tipo de trampas a pesar de las advertencias, con más razón debe haber una mayor orientación y acompañamiento a los menores de edad. No es paranoia, el peligro es real.
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