Cali, febrero 18 de 2025. Actualizado: lunes, febrero 17, 2025 21:52
Se equivocan quienes le restan importancia al escándalo que involucra a Laura Sarabia, jefa del despacho del presidente Gustavo Petro, por el supuesto maltrato a su exniñera, sometida a la prueba del polígrafo en un sótano frente a la Casa de Nariño, a raíz del presunto robo de una millonaria suma de dinero que habría desaparecido de la residencia de la funcionaria.
Paradójicamente, quienes hoy le bajan el perfil al proceder de la mano derecha del presidente, comenzando por el mismo jefe de Estado, se vendieron en campaña como los defensores de los indefensos, pero hoy recurren a argumentos rebuscados para tratar de justificar el maltrato a una humilde empleada doméstica.
Acá son muchas las dudas: ¿se violaron los derechos de la niñera al someterla a la prueba del polígrafo? Así haya un documento en el que la mujer lo haya aceptado, ¿fue ese el debido proceso? ¿No tenía derecho a un abogado? ¿La jefa del gabinete presidencial tiene facultades judiciales? ¿De dónde provenía el dinero del supuesto robo? ¿Eran 7.000 dólares o 150 millones de pesos?
A los congresistas que defienden a la funcionaria y justifican su proceder, vale la pena preguntarles cuál habría sido su reacción si este caso se hubiera presentado en un gobierno opuesto ideológicamente a ellos.
La Procuraduría y la Fiscalía deben investigar. La defensa de los ciudadanos no puede defender de la simpatía o antipatía de quien comete un abuso.
En el caso en cuestión hay que tomar en cuenta que el Estado, y muy especialmente el gobierno nacional y sus altos funcionarios, deben ser garantes de los derechos, de allí la importancia de debatir este caso, establecer responsabilidades y, si se comprueba que hubo irregularidades, imponer las sanciones que contemple la ley.
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