Cali, enero 18 de 2025. Actualizado: viernes, enero 17, 2025 22:15
El 1 de mayo, como cada año, los trabajadores, en Colombia y casi todo el mundo, salen a las calles para conmemorar el Día Internacional del Trabajo. Es una fecha de reivindicación de derechos y de reflexión sobre las condiciones laborales.
Sin embargo, este año, la esencia de la jornada se ve distorsionada por la apropiación política por parte del presidente Gustavo Petro, quien, ante las recientes manifestaciones en su contra, busca desesperadamente mostrar las movilizaciones del 1 de mayo como muestras de apoyo a su gobierno.
Las palabras del presidente de la Confederación General del Trabajo, CGT, de Antioquia, Rubén Darío Gómez Hurtado, ilustran muy bien lo inoportuno y hasta irrespetuoso de la toma de las marchas de los trabajadores por parte del presidente de la República: “Nosotros no podemos entregarle las banderas del movimiento sindical de los trabajadores a un gobierno”.
El líder laboral tiene toda la razón; la defensa de los derechos laborales no puede ser monopolizada por ninguna ideología política.
Es un deber de todos, sin distinción de colores partidistas, garantizar condiciones dignas para quienes día a día construyen el progreso de nuestra nación.
La movilización del Día del Trabajo no es una plataforma para que el presidente Petro intente recuperar popularidad o desviar la atención de las legítimas demandas de la ciudadanía que marchó el 21 de abril. Es un día de unidad, de solidaridad y de compromiso con la justicia social. Utilizarlo con fines partidistas es irrespetar la causa laboral.
Es lamentable que el presidente no haya demostrado la sensibilidad necesaria para escuchar las voces disidentes que se manifestaron de manera masiva en las marchas del 21 de abril y haya optado por polarizar aún más la sociedad, utilizando el Día del Trabajo como un mero instrumento para sus intereses políticos.
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