Cali, mayo 29 de 2023. Actualizado: lunes, mayo 29, 2023 21:05
Pocas instituciones gozan de un desprestigio tan grande como el Congreso de la República, el cual es proporcional a la desconfianza de la ciudadanía frente a esta institución. Sin embargo, no todo está perdido y de cuando en cuando los congresistas dan señales que devuelven la esperanza en el sistema democrático.
Tal es el caso de lo ocurrido con la reforma a la salud presentada por el presidente Gustavo Petro y la ministra Carolina Corcho, una iniciativa a todas luces inconveniente para los colombianos, que está prácticamente hundida gracias a la postura de los partidos políticos y sus bancadas de congresistas.
Contra todos los pronósticos, que indicaban que las colectividades y sus legisladores priorizarían sus intereses políticos, uno a uno los partidos Liberal, Conservador y de la U (en este orden) se fueron apartando del dañino proyecto, pese a ser parte de la coalición de gobierno.
El error de Petro y Corcho radicó en tratar de imponer cambios que, contrario a mejorar el sistema de salud, representan un retroceso de más de 30 años, y se negaron a conciliar las advertencias y observaciones hechas no sólo por los congresistas, sino también por el gremio médico, ligas de usuarios y expertos en la materia.
Tal parece que el presidente y la ministra tienen una concepción errada de lo que es una coalición, pues la unión de partidos en torno a un gobierno no se puede entender como unanimismo, sino como la agrupación de diferentes sectores para construir de manera colectiva, y ellos simplemente trataron de imponer su reforma.
Esta frase del periodista Felix De Bedout resume muy bien lo ocurrido: “Por querer cambiarlo todo, no van a poder cambiar nada. El sistema de salud en Colombia necesita ajustes importantes, pero la pretenciosa ambición de la reforma del gobierno de cambiarlo desde los cimientos lo único que logra es que se pierda una oportunidad de mejorar”.
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