Cali, julio 10 de 2025. Actualizado: jueves, julio 10, 2025 21:01
Se calcula que un senador de la República, en un periodo de cuatro años, puede tramitar obras y proyectos por $500 mil millones y, dependiendo de su capacidad gestión, hasta por un billón de pesos. Estas cifras explican la importancia que tiene para un departamento que el mayor número de candidatos que vivan y ejerzan la política en su territorio ocupen curules en el Senado de la República.
Ya en este espacio se había manifestado la preocupación que existe ante la posibilidad de que el Valle del Cauca pierda representación en el Senado a partir del 20 de julio, pues por cada silla que se vaya para otra región, el departamento perderá también inversión de la Nación en el próximo cuatrienio.
El Senado es nacional, sí, en teoría un senador debe velar por los intereses de todo el país, pero en la práctica el regionalismo pesa demasiado a la hora de buscar inversiones por parte de la Nación, por eso, si bien en el Valle del Cauca, como en todos los departamentos, pueden hacer campaña candidatos de cualquier región y los electores están en libertad de votar por ellos, es importante que el próximo 13 de marzo, a la hora de marcar el tarjetón, los vallecaucanos prioricen a los candidatos de su tierra.
La apuesta, entonces, no debe limitarse a buscar que el Valle mantenga el número de senadores para el periodo 2022 – 2026, sino aumentarlos, pues se cuenta con el potencial electoral para ello. Atlántico, que tiene 2.5 millones de habitantes, cuenta con 13 senadores, los mismos que tiene el Valle del Cauca, donde viven 4.5 millones de personas.
Por todo lo anterior, la consigna debe ser: vallecaucano vota vallecaucano.
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