No cabe duda de que los artistas de la cultura, los colectivos que producen arte y las empresas del espectáculo son los más afectados por el efecto de la pandemia del coronavirus, no sólo por la cancelación de eventos, sino porque en Colombia contamos con organizaciones recaudadoras como Sayco-Acinpro que no han sido solidarias en este tiempo de crisis, y han mantenido los cobros como si aquí no pasara nada. Hace unas semanas, esta entidad sacó un comunicado lamentando la situación de la emergencia sanitaria, pero tal parece, que se quedaron en analizar las circunstancias y en lugar de proponer descuentos o exoneraciones para este sector, han decidido ahogar – en cuarentena – con sus cobros al mejor estilo “gota gota”, a quienes le aportan arte, cultura, diversión y entretenimiento al país.
Esta organización debería mirar con más respeto y consideración no sólo a la industria del espectáculo sino a aquellos artistas que para sobrevivir han venido reinventando las formas de ofrecer su talento y de visibilizar por redes sociales lo único que saben hacer muy bien.
A lo anterior le sumamos que los establecimientos comerciales como bares y discotecas continúan pagando unos derechos de autor que no están utilizando y que tiene también a este sector en una situación complicada al tener que responder por arriendos, pagos de servicios públicos y contratos de empleados. Comprendo perfectamente que Sayco-Acinpro se rige por la normatividad de derechos de autor a través de la ley 23 de 1982 y que estos deben velar por la protección de muchos autores del país, pero también considero que deberían ponerse en los pantalones de miles de personas que no dan más por esta crisis.
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