Renunció el Papa

El lunes 11 de febrero cuando Benedicto XVI expresó: “He llegado a la certeza de que, por mi edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio petrino”, y luego el miércoles de Ceniza, cuando habló sobre las “divisiones en el cuerpo celestial” y los problemas sobre los “individualismos y las rivalidades”, nos dimos cuenta que el problema en el Vaticano era más de fondo, y que la renuncia de su Santidad no era solamente por su avanzada edad sino por causas políticas que golpean fuertemente a la iglesia católica.

El enfrentamiento entre dos corrientes, la una liderada por el cardenal Ángelo Sedano, anterior secretario del estado Vaticano y, por ende, Camarlengo (que es el gobernador en caso de que la sede papal se encuentre vacante), y la otra, liderada por el actual secretario, Tarsicio Bertone, pusieron en aprietos al Papa, que no pudo manejarlos, pues Él es más teólogo que político, tanto así que en cierta ocasión llegó a expresar de su santidad Juan Pablo II: “Este Papa no sabe teología”; el tiempo demostró que con política, permaneció al mando de la iglesia por más de veinticinco años, desde 1978 hasta su muerte.

Está demostrado que en la iglesia romana, más allá del amor a Dios, se mueven otros intereses terrenales, que podríamos resumir en la lucha por el Banco Vaticano, que maneja el Instituto de Obras Religiosas (IOR), del que se dice, que la mafia siciliana encabezada por Matteo Messina, tenía testaferros allí, según lo denunció su director Ettore Gotti, quien removido del cago por Bertone, llegó a temer por su vida, y el enfrentamiento por la Dirección del Hospital San Raffaele de Milán, entre bertonianos y sedanianos.
En marzo, en la Capilla Sixtina, sabremos si: “habemus papam”; el humo blanco nos lo dirá.

Comments

Cargando Artículo siguiente ...

Fin de los artículos

No hay más artículos para cargar