Los colegios planean sus proyectos institucionales para el año lectivo 2021: convivencia y democracia, emprendimiento, aprovechamiento del tiempo libre, educación sexual, y prevención de riesgos o seguridad. No sólo enseñarán saberes, sino que prepararán para los ámbitos humanos y sociales. Ahora priorizarán el proyecto de prevención de riesgos o seguridad, que erróneamente creían pertinente sólo en casos de incendios, terremotos e inundaciones. En años anteriores la suerte acompañó a los colegios que no tuvieron este proyecto. Hoy, además de los inciertos fenómenos geológicos, la vida está amenazada por un enemigo invisible y letal.

La pandemia del Covid-19, alerta de que la vida dependerá de prevenirse ante su inminencia, mediante un plan operativo, que requiere financiación, ejecución, seguimiento, ajustes y evaluación. No caben los anuncios de alternancia que desconozcan las adecuaciones infraestructurales de los establecimientos y los comportamientos de la pandemia. Menos, que les endilguen epítetos a los docentes renuentes a retomar las clases presenciales que puedan convertirse en focos de contagio.

Como este año lectivo las operaciones salvavidas ya no serán de reacción inmediata ante catástrofes, sino estrategias preventivas por el acecho del virus mortal, será determinante el liderazgo de los comités de prevención de riesgos. Antes de cualquier convocatoria urge la actualización de los mapas de riesgos y su confrontación con las directrices del Ministerio de Salud: distanciamiento y medidas de bioseguridad. Algunas preguntas pertinentes: ¿Adecuaron al distanciamiento la cobertura de las baterías sanitarias? ¿Nombraron personal de salud que tome temperatura y diagnostique el contagio? ¿Quién asumiría las reclamaciones legales de los damnificados? ¿En la alternancia se garantizará la vida?

Comments

Comparte esta noticia...

Facebook

Twitter

Linkedin