#MásUnidos

Iván Cancino

En Colombia definitivamente litigar es profesión peligro y si además se tiene una posición política o ideológica es aún peor, porque los insultos aumentan.

Que somos abogados guerrilleros, paramilitares o mafiosos, porque defendemos a quien nos necesite, a quien nos pida ser defendido, confundiendo al cliente con el defensor.

Usan todo tipo de adjetivos y muchos provenientes de personas cuyo único oficio es odiar, pero es increíble que otros calificativos vengan de opinadores cultos y calificados, que por ejemplo, hasta aún hoy, insisten en decir que el vencimiento de términos es responsabilidad del abogado, cuando la ley expresamente lo prohíbe.

Defienden a capa y espada la reserva de la fuente-periodista, pero la desconocen si la reserva es cliente-abogado, un abogado lo que no puede es promover una conducta ilegal o ilícita, pero lo que no se le puede exigir es violar los datos que su cliente le haya confiado o que haya conocido en desempeño de su mandato.

Ahora se le suma un peligro mayor, resulta que la razón más poderosa de algunos para oponerse a la virtualidad es que es una lucha de un pequeño gran colegio, que fundamos precisamente para dar esta clase de luchas y no para beneficio de pocos.

El Colegio de Abogados Penalistas de Colombia promueve la virtualidad para beneficio de muchos y sobre todo de discapacitados que les cuesta ir a sedes judiciales donde ni ascensor ni rampas existen, para que el abogado de provincia pueda ejercer la defensa de paisanos en Bogotá sin necesidad de viajar, ya que no se incurre en gastos de desplazamiento, porque solo se requiere un clic en un aparato electrónico, que además también beneficia a jueces, procuradores, fiscales y magistrados de tribunal que dieron también su lucha por la virtualidad.

Es bien difícil defender el gremio cuando la defensa se ve como un acto de provocación o un tema de egos por personas poderosas, pocas veces he sentido miedo y esta vez lo sentí, pero valiente no es quien no se asusta, valiente es quien no se aleja por el temblor que causan las oposiciones a la defensa de derechos.

Una vez más me siento orgulloso de todos nosotros colegiados y una vez más nuestro grito se escucha más fuerte, más unido y con más eco: #ONosUnimosONosJodemos