Los medios de comunicación registraron la muerte de María Dolores Pradera como una mera noticia.
Lo mismo ocurrió en la radio donde faltaron especiales en homenaje a quien en tiempos que las emisoras marcaban la parada, su voz les aglutinaba oyentes.
Fue una de las grandes que escuchamos durante cinco generaciones, desde mediados del siglo pasado.
Recuerdo que en las tertulias familiares, desde mis abuelos y tíos, cada vez que sonaba un disco con su estilo imponente interpretando rancheras, boleros y canciones del folclor, imaginariamente todos querían hacer dúo con ella.
Es que ningún cantante le igualaba en sentimiento, cuando ella interpretaba, entre otros temas, “Amanecí en tus brazos”, “Fuego lento” y “El rosario de mi madre”.
María Dolores Pradera, con Chabuca Granda, Chavela Vargas y Helenita Vargas, figuró entre las mujeres que se inmortalizaron con sus voces roncas inigualables que conmovían a un público agobiado por querencias.
Era tanto el sentimiento de su estilo que quienes la escuchaban al calor de unas copas y les daba por imitarle, no terminaban porque siempre se les hacía un nudo en la garganta y les asomaba una lágrima.
María Dolores Pradera con su voz universalizó “La flor de la canela”, ese vals peruano compuesto por Chabuca Granda.
Así mismo le robó audiencia a José Alfredo Jiménez, pues “Cuando vivas con migo”, en la voz de María Dolores dejó de ser una propuesta machista. Alberto Cortez, en 1985, cumplió su gran sueño de grabar a dúo con ella “En un rincón del alma”.
Mi reliquia es el acetato “María Dolores Pradera a Latinoamérica” acompañada por Los Gemelos.
Comments
Fin de los artículos
No hay más artículos para cargar