Luis Ángel Muñoz Zúñiga

Independencia, guerra y trabajo

Luis Ángel Muñoz Zúñiga

Las guerras, además de quebrantar la tranquilidad social, desestabilizan todas las actividades humanas, entre ellas, las laborales y las comerciales.

Por eso, se quedan cortas la mayoría de investigaciones que narraron y analizaron los años de la guerra de independencia, que se extendieron por una década, desde la firma del acta el 20 de julio de 1810, acelerados en la Reconquista Española tras la llegada de Pablo Morillo y Juan Sámano y, cruciales, durante la campaña libertadora dirigida por Simón Bolívar, hasta el triunfo final en la batalla de Boyacá el 7 de agosto de 1819.

En los conflictos sociales los ámbitos más afectados son la producción y el comercio, agravados porque gran parte de la fuerza laboral tiene que irse para la guerra y los pocos recursos son destinados al sostenimiento.

Sin embargo en clases de historia estudiábamos la independencia admirando sólo la valentía y el heroísmo de los patriotas, escépticos de la suerte corrida por los trabajadores.

No hallábamos mucha diferencia entre el cine del oeste y la historia de la campaña libertadora.

Esta falencia fue tenida en cuenta por Zamira Díaz de Zuluaga, en su ensayo de historia social “La fuerza de trabajo en el Cauca Grande, 1810-1830”. Durante la independencia los trabajadores se alistaron en el ejército patriota.

El paso de los soldados por las haciendas y su alojamiento, destruyó sementeras, diezmó el ganado, apropió víveres y propició conscripción de esclavos. La producción declinó durante la Reconquista.

Al reivindicar la historia, no puede repetirse lo de otrora que la relevó y redujo las ciencias sociales al estudio de problemas. Hay que integrarlos, sino quedaría obsoleta.

Comments

Comparte esta noticia...
Share on Facebook
Facebook
Tweet about this on Twitter
Twitter
Share on LinkedIn
Linkedin
Cargando Artículo siguiente ...

Fin de los artículos

No hay más artículos para cargar