Ignorantes

Natalia Bedoya

No existe otra denominación para referirse a quienes destruyen nuestros bienes públicos y agreden a nuestra fuerza pública. A 4 días de paro, más de 379 policías heridos y más de $1,5 billones de pesos en pérdidas económicas. También más de 100 fachadas emblemáticas y 24 monumentos vandalizados. Según el Instituto de Patrimonio Cultural, la reparación le costará a los colombianos más de $1.000 millones de pesos.

Son vándalos quienes destruyen, son vándalos quien agreden, son vándalos quienes obstaculizan las vías públicas, son vándalos quienes generan caos y conmoción, y sí, son vándalos quienes salen a las calles a sabotear las marchas de personas que pacíficamente ejercen su derecho de protesta.

Nada más ignorante que un vándalo, que cree que destruyendo los bienes de todos, perjudica al gobierno. Parece que no entendieran que los únicos perjudicados con la destrucción de esos bienes somos nosotros, quienes a diario les sacamos usufructo.

Reconstruir lo dañado nos cuesta a todos, con nuestros impuestos pagamos la ignorancia de quien destruye. En Bogotá el costo de los daños a bienes públicos se estimó en $20.000 millones de pesos, según el alcalde Enrique Peñalosa, y ni qué hablar de las otras ciudades.

Nada más dañino que la ignorancia y el oportunismo de quienes aplauden el vandalismo para sacar provecho político a un hecho que a todas luces debería ser rechazado por todos nosotros.

La protesta pacífica es un derecho que nadie tiene derecho a coaccionar, es un derecho representativo de nuestro Estado social de derecho y, muy a pesar de que no estoy de acuerdo con las razones del paro, aquellas personas que quieren salir a las calles pacíficamente a marchar, deben recibir el mayor respeto y las mayores garantías.

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