Cali debe invertir en su futuro, renovar la educación de sus ciudadanos y crear espacios para que estos desarrollen soluciones para la ciudad y el mundo. Las herramientas que tenemos nos brindan cierta confianza en el mantenimiento del ahora, pero podemos prepararnos para ocupar un lugar protagónico, sobre todo en el sector tecnológico.
Creemos Centros de Desarrollo de Software (CDS), enfocados en la infancia. Démosle al futuro la chispa que necesita.
En un Centro están reunidos todos los procesos de la vida del software, desde su concepción hasta su implementación, pasando por el desarrollo, las pruebas, el soporte al cliente y el mejoramiento.
El año pasado, el SENA inauguró su tercer CDS en Quibdó, en alianza con una consultora tecnológica de España, llamada Everis, y el propósito es fortalecer las competencias y mejorar la empleabilidad de sus aprendices, con una primera experiencia laboral que los ubica en un ambiente competitivo, de metas. Los otros dos Centros cumplen labores similares en el Cauca y en Antioquia.
Esta es una idea productiva y educativa que ha contribuido al progreso de muchas regiones en el mundo, pero podemos desarrollar un proceso recreativo y formativo alrededor del software para la mayor cantidad de jóvenes caleños, aprovechando la infraestructura existente.
Los Centros de Administración Local Integrada (CALI) y las sedes de las Juntas de Acción Comunal pueden ser el inicio de esta transformación, o incluso en colegios públicos, para asegurarnos de hacer presencia en cada comuna.
En principio, son lugares seguros, con vigilancia, apropiados para que los niños lleven a cabo actividades extracurriculares después del colegio o en el formato de vacaciones recreativas, donde jueguen con la robótica, el desarrollo de personajes en 3D o la Inteligencia Artificial. Otros campos de interés son la realidad aumentada, cloud computing, sistemas ciberfísicos, internet de las cosas y los servicios, simulación, blockchain y big data.
Cali ya ocupa un lugar importante en el sector tecnológico colombiano, con Help People, Carvajal, Open, Siesa y Compunet basadas en la ciudad. Son empresas importantes, que pueden ayudar a dotar espacios con tecnología. Además está la Zona Franca del Sur, justo al lado de las universidades, la única zona dedicada a la tecnología y servicios en Colombia. Acá hay una gran oportunidad de estimular la creación de las soluciones del futuro, los emprendimientos que además fortalezcan la economía desde la tecnología y la educación. Al menos ahora, se necesitan 170 mil programadores en el país.
Pero es más que programar en el presente. Algunas personas hablan de la próxima revolución industrial, que pretende potenciar la transformación de la industria hacia espacios inteligentes, basados en el Internet de las Cosas y la computación cognitiva, con un énfasis en la colaboración entre máquinas y humanos para mejorar la productividad y la eficiencia.
Parte de esto es el desarrollo de la Inteligencia Artificial y su aplicación en procesos similares al pensamiento humano, pero proyectando una manufactura personalizada, la evolución de la robótica y la delegación de labores mecánicas, peligrosas y rutinarias, siempre cuidando al medio ambiente.
Cali puede ocupar un espacio en este futuro, incluso liderarlo. Hagámoslo posible.
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