Cali hoy, integralmente impecable

Emilio Merino González

El impensable y severo deterioro de nuestra capital mundial de la biodiversidad acaecido en el pasado inmediato, agudizado por su más cruel y vergonzoso estallido social, consecuente con la sorprendente e inexplicable pasividad oficial de entonces y la prolongada indefensión ciudadana, notablemente hoy se ha venido recuperando de manera consistente, generando un moderado optimismo ciudadano, animado sustancialmente por la vigente y seria reputada institucionalidad gubernamental, alcanzando insospechados niveles de aceptación, confianza y respetabilidad colectiva.

La actitud de las personas se observa invariablemente diferente.

Cali, el Valle y Colombia han sido protagonistas centrales con influencia global de un evento mayor y deliberante al más alto nivel: la Cumbre de las Partes de Naciones Unidas sobre Biodiversidad COP16, determinante para consensuar y potenciar la articulación de mecanismos tendientes a la cooperación internacional, relevante en el cuidado del medio ambiente, en la lucha contra la pérdida de especies y la degradación de ecosistemas, fundamentales para el equilibrio del planeta y para el bienestar de todos los seres vivos.

Sus perceptibles resultados y desafíos no han sido menores; algunos como la concreción de fondos por más de 50 millones de dólares para financiar proyectos focalizados en conservar la naturaleza y soportes normativos con acciones que garanticen la participación de las comunidades indígenas y afrodescendientes en la protección de la biodiversidad, legitimando su rol como custodios de amplias áreas del territorio nacional, garantizando no solo su real y efectiva participación, sino también un beneficio económico directo.

Cali literalmente reverdeció, abrazada por su congénita e infaltable desbordada alegría y contagiosa hospitalidad, recorriendo y participando en la denominada zona verde con vivaz entusiasmo y orgullo en los distintos espacios culturales y sus vocaciones afines, visitada aproximadamente por 900,000 personas.

En la zona azul se dieron las discusiones políticas y sociales, restringidas a las autoridades o delegados de los 170 países que tenían la facultad misional para tomar las decisiones.

Cali y el Valle del Cauca, integralmente unidos, lo han simbolizado coloquialmente el Sr. Alcalde y la Sra. Gobernadora en la clausura de la COP16, como auténticos intérpretes de nuestra manifestación cultural, la salsa, ajenos a singulares vanidades de poder, con acumulada madurez institucional.

Se debe realzar el ejemplar comportamiento ciudadano, ilustrado con su natural civismo y el apoyo de nuestras fuerzas militares y de policía, destacando la trascendente y vigorosa dinámica de los distintos gremios y sectores de nuestra producción, así como el decidido apoyo de los medios de comunicación.

El Secretario General de las Naciones Unidas ha resumido particularmente a Cali como el protagonista en su organización.

Nuestra capital amerita referencia superior; convocó la atención mundial por espacio de 12 días, siendo receptora universal de los más altos calificados científicos, quienes han indicado la importancia de entender la biodiversidad de forma plural para ayudar a hacer frente a su deterioro a nivel global.

Por supuesto, Cali hoy es “donde debes estar”.

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