La vida tiene etapas que son incambiables, y cada etapa debería tener su felicidad. No es una fantasía que el ritmo de vida que se vive actualmente pasa a una velocidad increíble. Algunas personas dicen sentir que el tiempo no alcanza para lograr todas las propuestas pensadas.

Por otro lado, algunas personas sienten temor hacia el paso del tiempo, y mayormente hacia la vejez. Hay jóvenes y adultos que piensan que a través del paso de los años muchas de sus actividades del quehacer diario se van a desaparecer; y eso puede hacer sentir mal y con temor.

Pero una gran verdad es que la vejez se debe ver y tratar de programar como un momento muy feliz de la vida. Es verdad que muchas cosas deben cambiar con el paso de los años, pero también es muy real, que esa etapa de la vida puede ser una bella oportunidad para realizar actividades que en épocas anteriores no se lograron realizar.

Que rico es pensar en tener más tiempo libre para compartir con los seres queridos, que gratificante puede ser aprender algo que antes no se podía por cuestiones de tiempo, toar un instrumento musical, practicar un deporte con mayor frecuencia, tener un horario de lectura más flexible, viajar sin restricciones de tiempo, visitar más a los seres queridos, etc.

Qué bueno es pensar en una vejez feliz, una nueva y retadora etapa en la vida, con muchas oportunidades de disfrutar cosas nuevas en la vida junto a las personas amadas.

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